El exmandatario estadounidense Donald Trump declaró que Rusia y China estarían llevando a cabo pruebas nucleares subterráneas sin previo aviso a la comunidad internacional. Según sus declaraciones, estos ensayos violarían acuerdos internacionales y representarían una seria amenaza para la seguridad mundial.
Trump aseguró que posee información de inteligencia que respalda sus afirmaciones, aunque no presentó evidencia concreta durante su discurso en un mitin político en Florida. En sus palabras, advirtió que Estados Unidos “no puede quedarse de brazos cruzados” ante los movimientos estratégicos de sus principales adversarios geopolíticos.
Las declaraciones del expresidente se producen en un contexto de creciente tensión entre Washington, Moscú y Pekín, especialmente por la competencia militar y tecnológica. Analistas internacionales señalaron que, de confirmarse, las pruebas subterráneas constituirían una violación al Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, acuerdo que ambas potencias han firmado pero aún no han ratificado plenamente.
El gobierno estadounidense no ha emitido comentarios oficiales sobre las acusaciones de Trump, pero funcionarios del Pentágono han reiterado que continúan monitoreando toda actividad sísmica sospechosa en territorios rusos y chinos. Las declaraciones del exmandatario reavivan el debate sobre la necesidad de reforzar los mecanismos internacionales de control nuclear y de evitar una nueva carrera armamentista entre las potencias.






