Las tensiones comerciales impulsadas por los aranceles de 25% impuestos por Donald Trump a los vehículos importados están afectando gravemente a Ford y General Motors (GM). Los bancos en Wall Street han rebajado las recomendaciones para las acciones de ambas automotrices, ya que los analistas advierten sobre el aumento de costos y la disminución de la demanda que podrían generar estos aranceles. UBS Group redujo su calificación de GM, mientras que Goldman Sachs hizo lo mismo con Ford, citando los efectos negativos de los gravámenes en la producción y las ventas.
Ambas compañías, que tienen plantas en México, han comenzado a ajustar su producción en respuesta a las nuevas tarifas. GM ha considerado trasladar parte de su producción de México a Estados Unidos, mientras que Ford ha optado por ofrecer descuentos para mantener sus ventas. Sin embargo, los analistas temen que los aranceles puedan desencadenar un aumento en los precios de los vehículos, lo que afectaría aún más la demanda en el mercado estadounidense.
Aunque Trump ha decidido retrasar algunos de los aranceles, los analistas consideran que los efectos en la industria automotriz serán duraderos. A pesar de las dudas sobre el futuro económico, se espera que los aranceles sobre los autos se mantengan, lo que genera incertidumbre sobre el desempeño de las acciones de Ford y GM.