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Desde el pasado miércoles 9 de abril, y hasta el próximo 7 de junio, en el marco de la tregua otorgada por Trump, el gobierno estadounidense recaudará un arancel de “solamente” el 10% a las importaciones de productos procedentes de 75 países, con cuyos gobiernos Trump quiere negociar. Negociar, ¿qué?
Uno de los objetivos de Trump es eliminar el déficit comercial de los Estados Unidos (importan más de lo que exportan), que tiene como contrapartida el superávit comercial de los países con los que comercia (exportan más de lo que importan), para lo cual pretende, a cambio de quitarles o reducirles los aranceles, que los gobiernos de dichos países equilibren su comercio con los Estados Unidos. ¿Qué es lo que dichos países deben hacer para lograrlo: o importar más desde Estados Unidos, o exportar menos hacia Estados Unidos, o importar más desde Estados Unidos y exportar menos hacia Estados Unidos.
La pretensión de Trump es negociar acuerdos arancelarios con los gobiernos de los países que le cobran, a las importaciones estadounidenses, un arancel mayor del que el gobierno estadounidense le cobra a las importaciones de esos países. Lo que Trump quiere es el mismo trato en materia arancelaria, lo que pretende conseguir negociando acuerdos arancelarios con los gobiernos de los 75 países beneficiados por la tregua arancelaria. Negociar acuerdos de libre comercio (que en realidad son acuerdos de comercio menos intervenido/limitado/condicionado/restringido por el gobierno, pero no de verdadero libre comercio), sería, dada la cantidad de países involucrados, y la cantidad de temas que por lo general incluyen dichos tratados, una pretensión mucho más ambiciosa que un acuerdo arancelario, cuya concreción llevaría años.
¿Será capaz el gobierno estadounidense, en el lapso de los 90 días de la tregua arancelaria, que concluirá el próximo 7 de julio, de negociar acuerdos arancelarios con los gobiernos de los 75 países beneficiados por la tregua, suponiendo que, en el ínterin, Trump no cambie de opinión (Al momento de escribir estas líneas me entero que decidió eliminar el arancel del 145% a las importaciones chinas de celulares, computadoras, laptops y aparatos electrónicos, que representan más o menos el 22% de las exportaciones chinas hacia los Estados Unidos).
¿Qué sería, desde el punto de vista del libre comercio, en particular, y de la economía de mercado en el sentido institucional del término, en general (el primero forma parte de la segunda), lo ideal? Que los gobiernos de los países que imponen aranceles a las importaciones los eliminen, y que los gobiernos de los países que otorgan subsidios a la producción de bienes y servicios también los eliminen. Si fuera el caso se cancelarían dos de las medidas más arbitrarias y distorsionantes que los gobiernos pueden imponerle a la economía (aranceles y subsidios) y, después del periodo de ajuste en función del principio de las ventajas comparativas (David Ricardo, 1772-1823, Principios de Economía Política y Tributación, 1817), el resultado sería un comercio mundial justo y más eficaz que el actual, en beneficio de los consumidores. Trump, ¿estará dispuesto a proponer algo así?