El bloque europeo, compuesto por 27 naciones, ha elevado significativamente su tono hacia Washington, anunciando su disposición a imponer aranceles multimillonarios a productos estadounidenses. Esta contundente respuesta surge en un contexto de creciente tensión comercial transatlántica. La medida se da a conocer poco después del acuerdo bilateral histórico entre Estados Unidos y Reino Unido.
Bruselas ha elaborado una lista preliminar de 128 páginas con productos estadounidenses que podrían ser objeto de estos aranceles punitivos. La relación incluye una amplia gama de artículos, desde automóviles y aviones hasta plásticos, productos químicos, nueces e incluso bebidas alcohólicas como el whiskey bourbon. Este último había sido retirado previamente de una lista similar para evitar una confrontación arancelaria más amplia.
A pesar de la firmeza de su advertencia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha enfatizado que la UE mantiene su compromiso de encontrar una solución negociada. «Creemos que hay buenos acuerdos en beneficio de los consumidores y las empresas en ambos lados del Atlántico. Pero seguimos preparándonos para todas las posibilidades», declaró en un comunicado oficial.
En este escenario de tensión, el nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, ha conversado telefónicamente con Donald Trump, expresando su preocupación por una posible escalada arancelaria. Merz abogó por una reducción total de aranceles para todas las partes, señalando que cualquier acuerdo comercial debe involucrar a toda la Unión Europea de manera conjunta.