Productividad laboral | Coyuntura económica y algo más

Uno de los principales detonadores de la competitividad de un país, es sin duda, el nivel de productividad de la mano de obra, es decir, qué tanto puede producir una persona con una hora de su trabajo, situación que también puede identificarse como el nivel de eficiencia y eficacia en el uso de los recursos productivos, esto es, hacer más con lo mismo y de mejor forma.

Este análisis es relevante, por algunas situaciones que a lo largo de la administración del hijo predilecto de Macuspana se han impulsado, por ejemplo, el aumento al salario mínimo, el incremento de los días de vacaciones que por derecho una persona puede gozar con sueldo al cabo de un año de trabajo, y, más recientemente, la posibilidad de disminuir la jornada laboral a 5 días asegurando 2 de descanso; por supuesto que, todas estas situaciones mejoran la calidad de vida de las personas en el muy corto plazo, pero, en el mediano y largo plazo, generan un problema en términos económicos para las empresas, después de todo, el implementar todo este tipo de política pública conlleva un gasto específico, cuestión que se verá reflejada en algunos casos, en los niveles de sueldo y prestaciones, mientras que en otros, será en el aumento de los costos a los consumidores finales de bienes y servicios, provocando un incremento en los precios de mercado y por ende, podría ser un detonador inflacionario.

Dado lo anterior, surge una pregunta: ¿qué tan productivo es nuestro país?, la realidad es que muy poco y no es algo nuevo, de hecho, el nivel de productividad en México ha sido por mucho tiempo un gran desafío, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), nuestro país es tan solo una tercera parte de productivo con respecto a los Estados Unidos, es decir, se requieren de 3 trabajadores mexicanos para poder igualar el trabajo que realiza uno estadounidense, de igual forma, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, en 2021 nuestro país producía en promedio 20.45 dólares por hora trabajada, lo que nos coloca a la mitad de la tabla de los 200 países sobre los que se hace esta medición, y por debajo de economías como: Irak, República Dominicana, Sudáfrica, Trinidad y Tobago, Argentina, Rusia, Panamá y Turquía entre otros tantos, siendo la diferencia con los dos países más productivos (Luxemburgo e Irlanda) de poco más de 100 dólares producidos por hora.

Ahora bien, ¿cuáles son los grandes impedimentos para que nuestro país pueda ser más productivo?, la respuesta es muy sencilla, México carece de inversión en capital humano y tecnológico, somos una economía con una gran tasa de informalidad, altos niveles de corrupción, así como, una gran ineficiencia gubernamental. En conjunto todos estos factores, además de impactar de manera directa en el nivel de productividad mexicano, conlleva a la aparición de otros problemas importantes como la pobreza y la desigualdad.

Por lo tanto, es muy clara cuál es la estrategia que se debe seguir, para empezar, se tiene que hacer más atractiva la formalidad laboral, es decir, tratar de mejorar la percepción del beneficio laboral que se obtiene de no estar en la informalidad, que dicho sea de paso, en México la informalidad es prácticamente cercana al 60% de los trabajadores. Así mismo, se debe privilegiar la transparencia y la calidad de servicios públicos como la educación, el transporte o la salud, sobre todo si consideramos que, la carencia de alguno de estos factores impacta en el día a día de las personas y, por lo tanto, en su trabajo, quien está enfermo, trabaja menos, quien tiene menos capacitación o formación educativa, no puede acceder a mejores posiciones laborales y, por lo tanto, no puede mejorar su nivel de ingreso.

Finalmente, desde el punto de vista empresarial, se requiere una mayor inversión en tecnología y capital humano, mejorar el entorno tecnológico de una empresa, se debe considerar como un complemento al capital humano, que potencialice la producción y los haga más eficientes y eficaces, como podrá ver mi estimado lector, no es un tema fácil el que estamos tocando, no hay soluciones sencillas o inmediatas, sin embargo, si realmente aspiramos a tener un mejor nivel y calidad de vida, se tiene que empezar por dar un pequeño paso, el cual, depende de cada uno de nosotros, después de todo, la productividad laboral está basada en el trabajo que cada uno realiza, si se pierde de vista esta situación, entonces, no existirá ningún incentivo para mejorar.