
Constantemente escuchamos que la Cuarta Transformación (4T) ha polarizado al país y que el gobierno en turno ha tomado postura por un sector de la sociedad permitiendo que el otro quede desamparado y golpeado a causa de “sus luchas”. Pero, sin caer en el mismo juego totalitario, ¿es únicamente responsable la 4T sobre esta dinámica de polarización dentro de la sociedad?
La llegada de la 4T al poder en un momento en donde las redes sociales son ya parte de la construcción social de las naciones ha suscitado un debate en torno al papel que juega la información, la comunicación y el periodismo en el desarrollo social, político y económico del país.
Los medios de comunicación y los periodistas han tomado posturas muy claras en torno a los planes de desarrollo de la actual administración. Son pocos los medios que no mantienen una postura clara. Dentro del medio, existen periodistas o líderes de opinión de todo tipo, los que explícitamente toman una postura, los que únicamente informan o los que, sin tomar postura explícita, son capaces de persuadir en el terreno de lo implícito. Pero esta columna no se trata de criminalizar la noble labor del periodismo, sino del consumidor de noticias y opiniones, nosotros mismos.
Al ser una apasionada de estos temas, me he dedicado a hablar y debatir sobre ellos en todo tipo de foros, lo que me ha permitido constatar que cada quien consume la información que más le “conviene” o que menos le molesta, sin molestarse jamás en escuchar otras posturas que le permitan, simplemente, cuestionarse TODO lo que se lee o escucha a través de medios y redes, retomando así el principio más básico de la filosofía.
¿Cuál es el único papel que tenemos como ciudadanos hoy en día, al margen de cualquier lucha política? Mantenerse informados bajo todas las posturas, crear un juicio propio y opinar. Simplemente eso. Al final del día, si sentimos una sociedad polarizada, gran parte de la explicación es porque consumimos de manera polarizada. Por eso, estimado lector, te invito a que trasciendas las fronteras de tu Facebook y busques noticias directamente en internet; que investigues las posturas de los autores que lees y siempre, siempre, leas todo entendiendo a través de qué lentes se escribió aquella pequeña lectura que llegó a tus ojos “por arte de magia”.