Juan Araque Contreras

Quiero abordar el tema de las famosas mañaneras, en las que día con día comparece el Presidente acompañado de varios floreros por ejemplo: el infaltable Dr. López Gatell; el Secretario de Hacienda y Crédito Público y el Secretario de Salud, las más de las veces ignorado.
En esas conferencias, tratan temas seleccionados por el que las imparte y además son analizados por la Oficina de la Presidencia, para que sean hechos del conocimiento de un público también seleccionado y afin al Presidente (que son muchos) y sólo por excepción se filtra algún colado que hace preguntas “imprudentes” las que no son respondidas por el Presidente, porque no tiene información verdadera o no desea contestarlas, evadiendo el tema con comentarios intrascendentes o bien critíca a gobiernos pasados que le entregaron un cochinero, denostando a funcionarios y no funcionarios (particulares) de esos regímenes y del presente como conservadores o algún otro concepto similar.
Según Luis Estrada, Director General de SPIN-Taller de Comunicación Política, “las conferencias de prensa son una herramienta poderosa para fijar agenda y manejo de la crisis” (Letras Libres, pág. 13, Marzo de 2021) lo que en otras palabras significa, disfrazar (ocultar) la realidad de una situación ocurrida en tiempo y forma, distrayendo la atención de los asistentes diciendo lo que le conviene, por tener “sus datos” sin dejar de mencionar propaganda política de su partido
El autor en mención señala: “se han hecho 46 mil 256 afirmaciones no verdaderas en 556 conferencias matutinas encabezadas por López Obrador” (Luis Estrada, ídem). Lo que no resulta extraño, porque es la forma para que: asistentes, televidentes y radioescuchas piensen que lo que se dice es verdad, porque lo dice el Presidente; que a decir verdad, no es reflexionado detenidamente por quien escucha, tomando en cuenta que siempre es lo mismo, porque él estima que esa información es la que debe interesar, aludiendo invariablemente a los conservadores o regímenes pasados con mofa e ironía; que es su elemento preferido y por lo tanto tema para los medios de comunicación que concurren a dichos eventos, la pregunta es: ¿por qué acuden y para qué acuden en verdad? porque los obligan o para seguirle su juego, obteniendo así oportunidad de ganar un premio Pulitzer (¿será?) , a los ciudadanos los podrán engañar una o dos veces pero la realidad es otra.
Ejemplo de lo anterior pudiera ser, el caso de ocultar el destino de recursos ya asignados presupuestalmente a las instituciones que desaparecen por su voluntad, sin ningún previo aviso, análisis conocido o hecho público
Con posterioridad, pero inmediatamente, surge la desinformación como consecuencia de la verdad oculta, los medios oficiales y los no oficiales difunden lo que logran captar aunque de manera distorsionada, porque sencillamente cuentan con información a medias y así la transmiten a los lectores, ya sea en periódicos o en los medios televisivos, aunque cabe señalar que, algunos se acercan a la verdad tratando de poner en claro información como estadísticas sobre feminicidios, extorsión y otros, que el propio Presidente reconoce que es donde no han tenido éxito a pesar del interés que revisten, sin hacer referencia a la estrategia que pudiera haberse establecido; además a últimas fechas, cercanas a las elecciones, se ha incrementado el ataque a precandidatos o candidatos, que no son afines a los intereses de la delincuencia que busca desarrollar su actividad de la manera más cómoda posible, cooptando a los miembros de la comunidad local, siendo este último uno de los casos de desinformación y otro es, el caso de los datos de contagiados y fallecidos durante la pandemia que se manejan de forma indiscriminada por las inconsistencias y falta de sustento por no decir criminal.
Y hasta otro comentario D.M.