En momentos de crisis e incertidumbre, lo mejor siempre es actuar de acuerdo a lo acordado, las ocurrencias, siempre son muy caras…
Macraf

Eduardo López Chávez
Recientemente, el IMCO dio a conocer el ranking de competitividad internacional que publica de manera anual en esta ocasión me gustaría analizar cuáles fueron los principales resultados y sobre todo en dónde se encuentra nuestro país en este tema en específico.
A nivel global de acuerdo con el índice, destacan los siguientes datos: el crecimiento del PIB a tasa anual promedio pasó de (-)4.8% en 2020 a 6.3% en 2021, la proporción de la población económicamente activa que no labora disminuyó de un promedio de 7.9% a 7.7%, la magnitud promedio del comercio internacional que realizan los países evaluados incrementó; el valor total de las exportaciones e importaciones como proporción del PIB pasó de 77.5% a 81%, se incrementó el porcentaje del territorio destinado a ellas de 15.6% a 17.5%, la tasa anual de cambio en los precios de una canasta representativa de bienes y servicios pasó de 2.7% a 4.8%, la proporción de mujeres de más de 15 años que son económicamente activas disminuyó de 53% a 52%, la percepción de la corrupción empeoró en términos generales, pasó de 57.5 a 57.2, la evaluación de la gestión del presupuesto por parte de los gobiernos disminuyó su puntaje de 78.5 a 60 y el endeudamiento de los países con acreedores extranjeros en relación con su PIB pasó de 129% a 130% en promedio.
Estos resultados reflejan por un lado, la reapertura económica posterior a los momentos más álgidos de la pandemia y configuran el desarrollo de la economía internacional para los siguientes años, por otro lado, es de preocupar los altos niveles de inflación, la disminución de la participación de las mujeres en el mercado laboral, así como, el incremento en la percepción de corrupción, fenómenos que en su conjunto, fueron impulsados por el cierre de la economía y la dinámica social que se vivió en su momento, sin embargo, hay ciertos avances que podrían modificar estas tendencias pero que no podrán ser claros sino hasta el análisis al cierre de este 2022.
En el caso de nuestro país, hubo avances en diferentes áreas como son: la cobertura de vacunación, disminuyó la brecha de género, mejoró el índice de efectividad del gobierno y hubo un incremento en los ingresos fiscales, se mantuvo la flexibilidad de las leyes laborales y el valor agregado de la industria, aumentó la apertura comercial y la diversificación de importaciones y se registró un aumento en la publicación de artículos científicos y técnicos, así como en exportaciones de alta tecnología.
El gran problema de esta situación es que, a pesar de estos buenos números México se mantuvo en el lugar 37 de la tabla, lo cual nos coloca del lado de la baja competitividad debido a que, existieron retrocesos importantes, en específico dos, el primero, relacionado con el aumento de la inflación y la pérdida de libertad económica y el segundo, correspondiente a una menor independencia del poder judicial y deterioro por tanto del estado de derecho, lo que impacta de forma directa en el índice de paz global, una situación que se ve reflejada en las altas cifras de violencia y homicidios por las que atraviesa el país, actualmente el promedio mensual de homicidios dolosos de este sexenio es de poco más de 3000.
Esta situación, puede verse aún más comprometida en el momento en el que nuestros socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, decidan retomar el proceso por las controversias comerciales del TMEC, solicitando la instalación de los paneles arbitrales, una situación que a pesar de lo que se pueda decir, sucederá en las próximas semanas, a mi parecer, posterior a las elecciones intermedias en el país del norte y provocará que nuestro país baje aún más en el índice de competitividad, debido a las necedades de la actual administración y al servilismo e inexperiencia de quienes rodean al hijo predilecto de Macuspana.