17 de octubre de 2024 10:27 pm
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
OPINIÓN

Zanele Muholi: activista y artista

A lo largo de los años ha realizado varias series. Con Only half of the picture (2003-2006), con la que empezó a ser reconocida en Johannesburgo, refleja momentos de intimidad así como imágenes intensas que aluden a momentos traumáticos, como una mujer vendándose los pechos para modificar su anatomía y verse más andrógina. Con Being (2006 – 2010) ganó el primer Premio Casa África 2009 de los Encuentros Africanos de la Fotografía...

Conoce más sobre la autora

Cecilia González Michalak

Zanele Muholi (1972-) nació en Umlazi, KwaZulu-Natal, Durban, Sudáfrica. Sus inicios fueron humildes, su padre murió muy joven y su madre tuvo que mantener a sus ocho hijos siendo trabajadora doméstica y encargándolos a una familia blanca. Su niñez estuvo marcada por el apartheid, un sistema de segregación racial que oprimía a la gente de color –negros, mulatos, indios y asiáticos– y donde se impuso el afrikáans como lengua oficial negando la posibilidad de aprender dialectos propios de las tribus dentro del sistema escolar oficial. Con el fin del apartheid en 1992, la discriminación en Sudáfrica no cesó: la marginalización en contra de miembros de la comunidad LGBTQ+ y personas contagiadas de VIH-SIDA aumentó con actos tan violentos como agresiones homófobas, asesinatos y violaciones correctivas a mujeres lesbianas de raza negra.

Comfort, 2003. (Fuente de la imagen: StyleFeelFree)

Después de estudiar en el Market Photo Workshop de Newtown, Johannesburgo, en 2003, Muholi decide enfocar su trabajo creativo a visibilizar los crímenes contra las personas negras lesbianas, gays, transexuales e intersexuales. A pesar de que en Sudáfrica cuenta con una constitución progresista que desde 2006 permite a personas del mismo sexo casarse, el Estado no brinda ningún tipo de protección en contra de las agresiones a esta comunidad.  Empezó como fotógrafa y reportera para Behind the mask,​ una revista digital en la que buscaba retratar de manera positiva a la comunidad LGBTQ+ e introducirla en el imaginario colectivo. De esta manera, luchaba por normalizar así las diferentes sexualidades como una parte de la sociedad sudafricana, pero, lamentablemente, esto transgredía todavía la “normalidad deseada”. 

Al poco tiempo de empezar a trabajar, cofundó el Foro para el Empoderamiento de las Mujeres (FEW, según sus siglas en inglés) en 2002. En 2009, mientras terminaba la maestría de Bellas artes en Medios de comunicación documentales de la Universidad de Ryerson en Toronto con su tesis que aborda la historia visual de la identidad y la política de las lesbianas negras en Sudáfrica después del apartheid, creó Inkanyiso, un foro para activistas visuales en 2009. Y es que Zanele Muholi no se siente artista; ella misma se define como una activista visual no binaria. Detrás de su cámara captura la intolerancia y la violencia, el amor, la curiosidad, el orgullo, la frustración, la compasión, la decepción, el sufrimiento, el empoderamiento y la dignificación de una comunidad negra que es discriminada por su sexualidad e identidad sexual.

ID Crisis, 2003. (Fuente de la imagen: Tate Museum)

A lo largo de los años ha realizado varias series. Con Only half of the picture (2003-2006), con la que empezó a ser reconocida en Johannesburgo, refleja momentos de intimidad así como imágenes intensas que aluden a momentos traumáticos, como una mujer vendándose los pechos para modificar su anatomía y verse más andrógina. Con Being (2006 – 2010) ganó el primer Premio Casa África 2009 de los Encuentros Africanos de la Fotografía mostrando capturas de parejas del mismo sexo. Con Brave Beauties (2013-2014) celebra el empoderamiento de personas no binarias y mujeres trans a través de una serie de imágenes y posturas que imitan a la fotografía de moda. 

Algunos de los rostros de la serie Faces and phases de Zanele Muholi.

Para mí, las series más poderosas son Faces and phases y Somnyama Ngonyama. La primera está compuesta por más de 300 retratos de mujeres negras LGBTQ+ que miran directamente a la cámara. Sus miradas transmiten sus propias historias en un diálogo silente con el espectador. La segunda, que se titula Salve a la leona oscura en zulu, Muholi se convierte en su propio modelo reclamando su negritud y simulando abalorios tribales con materiales domésticos comunes, como pinzas de ropa y estropajos, que hacen una referencia a la servidumbre doméstica y una oda a su madre. 

Somnyama Ngonyama significa en zulu «Salve a la leona oscura».

Nadie es profeta en su propia tierra. A pesar de su trabajo, en 2009 la ministra de Artes y Cultura de Sudáfrica, Lulu Xingwana, hizo un discurso a las puertas de la exposición Innovative Women, llamando a Muholi inmoral, ofensiva y acusándola de ir en contra de lo que construye su nación. Pero en el extranjero es reconocida por sus esfuerzos estéticos y sociales; en 2013, se convirtió en Profesora Honoraria de la Universidad de las Artes/Hochschule für Künste de Bremen y recientemente, recibió el honor cultural más alto de Francia, el Chevalier de l’Ordre des Arts des Lettres. Ojalá que pronto nos demos cuenta de que, a pesar de nuestras diferencias, todos somos merecedores de los mismos derechos, del mismo respeto y de la misma libertad.

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Telegram
WhatsApp
Email

Más Columnas de opinión

33.80

Noticias de interés

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opinión

El Comentario del Día TV

Noticias nacionales e Internacionales