12 de diciembre de 2024 11:28 am
OPINIÓN

Empleo e ingreso

...deben cumplirse dos condiciones: el aumento en la productividad de los trabajadores y que la demanda de trabajo, de parte de los empleadores, sea mayor que la oferta, de parte de los trabajadores, para lo cual se requieren más, muchas más, inversiones directas...

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Por Arturo Damm Arnal


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Si el bienestar, que está en función de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios disponibles para satisfacer necesidades, debe ser el resultado, no de la redistribución gubernamental del ingreso, sino de la generación personal del mismo, entonces el reto es doble: tener empleo (condición necesaria, más no suficiente), y generar ingreso suficiente (condición suficiente).

Según los Indicadores de Ocupación y Empleo del INEGI, en septiembre la Tasa de Desempleo, TD, fue 2.9% de la Población Económicamente Activa, PEA, compuesta por los mayores de quince años que buscan trabajo: si lo encuentran se vuelven Población Ocupada, PO; si no lo encuentran, y siguen buscando, son Población Desocupada, PD.

Para darnos una idea de lo que esta cifra representa, tengamos en cuenta que, en promedio mensual, entre enero y septiembre de cada uno de los años transcurridos de la 4T, ésta fue la TD: 2019, 3.55% de la PEA; 2020, 4.49%; 2021, 4.29%; 2022, 3.43%; 2023, 2.83%, TD que en marzo pasado fue 2.4%, siendo hasta hoy el mínimo histórico.

Sin embargo, para tener una mejor imagen de cómo andamos en materia de empleo, hay que considerar a la Población no Económicamente Activa Disponible, PNEAD, compuesta por aquellos que no tienen trabajo, que no lo buscan, pero que, si se les ofreciera uno, lo aceptarían. En septiembre la PNEAD fue 8.8% de la PEA, PNEAD que representa la que podemos llamar la Tasa de Desempleo Real, TDR.

En materia de ingresos, ¿cómo andamos?

En septiembre, el 32.6% de la PO generó hasta un salario mínimo de ingreso, hasta 207.44 pesos diarios (el año pasado el 37.3%); el 33.8% más de uno y hasta dos, entre 207.45 y 414.88 pesos (el año pasado el 31.6%); el 9.6% más de dos y hasta tres, entre 414.89 y 622.32 pesos (el año anterior el 7.7%); el 3.7% más de tres y hasta cinco, entre 622.33 y 1,037.20 pesos (el año anterior el 3.0%); el 1.3% más de cinco, más de 1,037.21 pesos (el año pasado el 0.8%). El 5.2% de la PO no generó ingreso y el 13.9% resultó no especificado.

El 66.4% de la PO, tres de cada dos, generó, en septiembre, hasta dos salarios mínimos, hasta 414.88 pesos diarios, muestra de la poca capacidad de la PO para generar ingreso suficiente que permita, por lo menos, satisfacer correctamente las necesidades básicas, aquellas que, de quedar insatisfechas, atentan contra la salud, la vida y la dignidad de las personas.

Otro dato preocupante (y vergonzoso), es el de la Pobreza Laboral, PL, condición en la que se encuentran quienes no generan, con su trabajo, un ingreso suficiente para poder comprar la canasta básica alimentaria, es decir, lo más básico de lo básico, comida. Durante el segundo trimestre del año, según los datos del Coneval, el 37.8% de la PO se encontró en situación de PL (el año pasado el 38.3%).

Dos son los retos en materia de empleo: la reducción de la TDR, hasta que, por lo menos, iguale a la TD; el aumento en la generación de ingreso hasta que, por lo menos, el salario mínimo por hora sea igual al salario mínimo por día. Para superarlos deben cumplirse dos condiciones: el aumento en la productividad de los trabajadores y que la demanda de trabajo, de parte de los empleadores, sea mayor que la oferta, de parte de los trabajadores, para lo cual se requieren más, muchas más, inversiones directas, que producen satisfactores, crean empleos y generan ingresos.

Artículo originalmente publicado en https://www.razon.com.mx/

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