
Luis Enrique Gómez Sutti
Ingeniero en Sistemas y especialista en animación, con más de 17 años de experiencia liderando proyectos de Tecnologías de Información.
Escuchar
Imagina esto: María, ingeniera de sistemas con 10 años liderando proyectos en AWS, envía su CV a una multinacional. Su perfil es impecable, pero el sistema de selección automatizado la descarta en segundos. ¿Razón? El algoritmo asoció su nombre “María” con roles administrativos, no técnicos. Su talento, invisible. Su voz, silenciada.
Esta no es ciencia ficción. Según el 𝗠𝗜𝗧 𝗧𝗲𝗰𝗵 𝗥𝗲𝘃𝗶𝗲𝘄, 𝗲𝗹 𝟯𝟱% 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗮𝗻𝗱𝗶𝗱𝗮𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗻𝘂𝗻𝗰𝗶𝗮𝗻 𝗱𝗶𝘀𝗰𝗿𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗼𝗿 𝗜𝗔 en procesos de reclutamiento. Herramientas como HireVue o WorkDay, que analizan tono de voz o expresiones faciales, replican sesgos históricos: privilegian ciertos acentos, rasgos demográficos, incluso patrones de lenguaje asociados a géneros. ¿𝗘𝘀𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹𝗲𝗴𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗲𝗾𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗮 𝗰𝗼́𝗱𝗶𝗴𝗼𝘀 𝗰𝗶𝗲𝗴𝗼𝘀?
La paradoja de la eficiencia vs. la ética
Las empresas adoptan IA en RR.HH. para agilizar contrataciones, pero sin auditorías, estos sistemas se convierten en 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗷𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗲𝗷𝘂𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀. Un algoritmo entrenado con datos de décadas pasadas perpetúa la exclusión: mujeres en liderazgo, personas con discapacidad, profesionales mayores de 40 años… todos, víctimas de un match injusto.
𝗟𝗮 𝘀𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝘇𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝘁𝗲𝗰𝗻𝗼𝗹𝗼𝗴𝗶́𝗮, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗱𝗼𝗺𝗮𝗿𝗹𝗮. Propongo 3 pilares:
1. 𝗔𝘂𝗱𝗶𝘁𝗼𝗿𝗶́𝗮𝘀 𝗼𝗯𝗹𝗶𝗴𝗮𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮𝘀 𝗲𝘅𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮𝘀: Evaluar sesgos en datasets y decisiones algorítmicas, como exige la UE en su Ley de IA.
2. 𝗧𝗿𝗮𝗻𝘀𝗽𝗮𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗿𝗮𝗱𝗶𝗰𝗮𝗹: Los candidatos deben saber cómo se evalúan sus datos (¿sabías que algunos sistemas penalizan pausas al hablar?).
3. 𝗠𝘂𝗹𝘁𝗶𝗱𝗶𝘀𝗰𝗶𝗽𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗻 𝗲𝗾𝘂𝗶𝗽𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗼: Incluir sociólogos, éticos y líderes de TI en el diseño de estas herramientas.
𝗨𝗻𝗮 𝗽𝗲𝘁𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗹𝗶́𝗱𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗵𝗼𝘆
A los Directores de RR.HH., CIOs y CEOs: 𝗟𝗮 𝗶𝗻𝗻𝗼𝘃𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗶𝗻 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝘀𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗿𝗶𝗲𝘀𝗴𝗼 𝗰𝗼𝗿𝗽𝗼𝗿𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼. ¿De qué sirve una contratación rápida si pierdes al mejor talento por un bug ético? Y a mis colegas en TI: somos guardianes de esta transformación. No construyamos sistemas que hereden nuestras sombras.
Como profesional en búsqueda activa (y testigo de cómo la IA puede opacar méritos), pido algo simple: 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗲𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘀𝗲 𝗺𝗶𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗰𝗼́𝗱𝗶𝗴𝗼 𝘆 𝗰𝗼𝗿𝗮𝗷𝗲, 𝗻𝗼 𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗶𝗻𝗰𝗶𝗱𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗮𝗹𝗴𝗼𝗿𝗶́𝘁𝗺𝗶𝗰𝗮𝘀.
Si eres líder en RR.HH. o TI, exige auditorías de sesgo en tus sistemas.
PD: ¿Y si el próximo candidato descartado injustamente… fueras tú?