
Luis Enrique Gómez Sutti
Ingeniero en Sistemas y especialista en animación, con más de 17 años de experiencia liderando proyectos de Tecnologías de Información.
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Un análisis incómodo (pero necesario) sobre la brecha digital corporativa.
Mira esto: tu CEO anuncia con bombos y platillos un metaverso corporativo mientras el equipo de ventas sigue luchando con un CRM obsoleto que ni siquiera integra IA. Es como comprar un Ferrari… pero seguir usando caballos. ¿Suena familiar? Bienvenido al teatro tecnológico, donde el discurso brilla, pero las acciones se oxidan en la era analógica.
El MIT advirtió hace años: “La transformación digital es cultura, no un proyecto”. Pero muchas empresas siguen tratándola como una galería de diapositivas. McKinsey lo confirma: el 70% de las iniciativas digitales fracasan por falta de estrategia real. Hablamos de cadena de bloques, pero ni siquiera hay herramientas básicas de análisis de datos. ¿Innovación o ilusión?
La paradoja del PowerPoint
En una multinacional que alardeaba de su “ecosistema cloud-first”, descubrimos que el 80% de sus procesos eran manuales. Sus “dashboards inteligentes”: Excel con gráficos bonitos. Costo: $2M USD anuales en consultoría… y ROI cero.
¿Cómo detectar si tu empresa sufre de tech-washing?
– El departamento de TI es visto como un proveedor de servicios, no como un aliado estratégico.
– Se invierte más en keynotes sobre IA que en infraestructura de datos.
– Los «pilotos exitosos» nunca escalan (pero siempre hay fotos para LinkedIn).
– La palabra disrupción se usa más que el software de gestión de proyectos.
Gartner revela que el 65% de los CIOs priorizan la percepción pública sobre la transformación real. Basta de fachadas digitales: el CX, la productividad y la toma de decisiones exigen cimientos tecnológicos, no slides.
3 pasos para cerrar la brecha (y dejar de engañarnos)
1. Auditoría de realidad: Mapear cada herramienta vs. su impacto real en flujos de trabajo.
2. Inversión en tecnología: Capacitar desde el consejo directivo hasta el último colaborador.
3. Métrica sin maquillaje: Reemplazar los “likes” internos por KPIs de eficiencia, retención y ROI.
Como bien dijo Satya Nadella: “Las empresas ya no compiten con productos, compiten con sus sistemas de información”. ¿De qué sirve un metaverso si ni siquiera tienes una base de clientes unificada?
Si tu presupuesto de TI sigue siendo el 1% de tus ganancias (y el 99% de tu orgullo son los slides), quizá necesites menos storytelling y más storydoing. La verdadera transformación no se diseña en Canva: se vive en cada proceso, cada interacción, cada byte.