Mediobanca ha anunciado una audaz oferta por valor de 6,300 millones de euros para hacerse con el control del banco de gestión patrimonial Banca Generali. La operación, que podría redefinir el equilibrio de poder en el sistema financiero italiano, se financiará con la venta de su participación en la aseguradora Generali, una maniobra que pretende marcar un antes y un después en su estrategia de inversión.
La participación que Mediobanca mantiene en Generali la convierte en su mayor accionista, lo cual ha sido objeto de críticas tanto dentro como fuera del sector, debido a la excesiva dependencia del banco milanés respecto a la aseguradora. Ante esto, Alberto Nagel, director ejecutivo de Mediobanca, declaró que la decisión representa una respuesta estratégica para diversificar su portafolio y avanzar en una operación que llevan evaluando desde hace al menos cinco años.
La propuesta también llega tras un triunfo reciente de Mediobanca frente a los influyentes accionistas Francesco Gaetano Caltagirone y la firma Delfin, quienes poseen una participación significativa en Generali y Mediobanca. La entidad logró asegurar 10 de los 13 asientos en la junta directiva de Generali, incluyendo el del director ejecutivo, Philippe Donnet, lo que refuerza su capacidad de maniobra en la aseguradora.
Nagel indicó que la entidad iniciará conversaciones tanto con Generali como con Banca Generali para concretar el acuerdo. En caso de que no se alcance el número esperado de accionistas dispuestos a intercambiar sus títulos por los de Generali, Mediobanca contempla vender parte de su paquete accionario en el mercado y utilizar esos recursos para adquirir más acciones de Banca Generali hasta alcanzar el control del 66.7%.