Un análisis del Anderson Economic Group reveló que los fabricantes de automóviles en Estados Unidos podrían enfrentar un impacto de entre 2,000 y hasta 12,000 dólares por unidad debido a los aranceles sobre autopartes importadas, incluso después de recientes ajustes regulatorios promovidos por la Casa Blanca.
Según el informe, vehículos ensamblados en Estados Unidos, como el Honda Civic y Odyssey, el Chevrolet Malibu, el Toyota Camry Hybrid y el Ford Explorer, absorben costos arancelarios de entre 2,000 y 3,000 dólares. El impacto es mayor para vehículos importados o ensamblados en Europa y Asia —como el Mercedes G-Wagon, modelos de Land Rover, Range Rover, BMW y el Ford Mach-E— cuyo costo adicional puede escalar entre 10,000 y 12,000 dólares por unidad.
En el caso del Ford Explorer ensamblado en Chicago, el impacto ha bajado de 4,300 a 2,400 dólares por auto, según estimaciones del grupo. Otros modelos de Stellantis, como algunos Jeep, Ram y Chrysler, enfrentarán entre 4,000 y 8,000 dólares en aranceles.
General Motors (GM) informó que espera asumir un golpe de hasta 5,000 millones de dólares derivados de estas medidas, incluyendo 2,000 millones en vehículos que importa desde Corea del Sur. Hasta el momento, otros fabricantes no han respondido a las solicitudes de comentarios.
Por su parte, la administración del expresidente Donald Trump acordó esta semana dar a los fabricantes dos años para incrementar el contenido nacional de sus vehículos producidos en Estados Unidos. Bajo esta medida, podrán compensar los aranceles aplicables a autopartes importadas que representen hasta 3.75% del precio sugerido de venta de sus autos hasta abril de 2026, y hasta 2.5% de su producción estadounidense hasta abril de 2027.
No obstante, la Casa Blanca confirmó que esta flexibilización no modifica los aranceles del 25% impuestos recientemente a los cerca de 8 millones de vehículos que Estados Unidos importa anualmente.