La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que el impuesto a las remesas promovido por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, tendrá un efecto regional desigual en México. Aunque se anticipa que no alterará las finanzas públicas del país en su conjunto, sí podría representar un golpe significativo para las comunidades que dependen de este ingreso familiar.
Durante la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA, el titular de Hacienda, Edgar Amador Zamora, explicó que en algunas zonas del país las remesas representan hasta el 20% de los ingresos familiares e incluso cerca del 10% del Producto Interno Bruto (PIB) estatal. A nivel nacional, las remesas significan aproximadamente el 3.5% del PIB, por lo que un impuesto del 3.5% como el aprobado por la Cámara de Representantes en EE. UU. podría tener consecuencias graves en ciertas regiones.
El impuesto, que aún debe ser votado en el Senado estadounidense, forma parte de una propuesta más amplia que incluye recortes sociales. Esta medida busca aplicar una tasa a los residentes que envíen dinero al extranjero, incluyendo a México, lo cual ha sido calificado por Hacienda como una forma de doble tributación. Según Amador, los recursos que se gravarían ya pagaron impuestos previamente, por lo que volver a cobrarlos sería injusto y potencialmente violatorio del tratado bilateral contra la doble imposición.
Además, el funcionario señaló que esta carga fiscal podría reducir el poder adquisitivo de los consumidores en EE. UU., ya que quienes envían dólares a México tendrían que destinar una mayor cantidad de su ingreso disponible. “No solo es un impuesto injusto, sino también discriminatorio”, aseguró Amador Zamora, al tiempo que reconoció que, aunque el impacto para el gobierno mexicano será neutro, muchas familias podrían ver mermados sus recursos.