19 de septiembre de 2024 10:12 am
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OPINIÓN

Turno de la Unión Europea

…el encuentro permite apuntalar el comercio que hay entre el conglomerado europeo de naciones con México, Brasil, Argentina y Chile, que son algunas de las principales economías de la región. Esto reforzaría la cercanía en este rubro entre ambas partes del Océano Atlántico y serviría como precedente para futuros compromisos y acuerdos comerciales…

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Por Niels Rosas Valdez


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La presidenta de la Comisión Europea de la Unión Europea (UE), Úrsula von der Leyen, vistió varios Estados latinoamericanos, reuniéndose con sus respectivos líderes. La lista de encuentros incorpora a México, Argentina, Brasil y Chile, cuatro países sumamente importantes en la región. ¿Qué impacto tiene esta interacción para el conglomerado europeo de naciones y para las relaciones internacionales?

La interacción entre la UE y América Latina ha sido trascendental desde siempre. Con el proceso de integración europea, originado tras la Segunda Guerra Mundial con la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1951 y, sobre todo, luego de la firma del Tratado de Maastricht, la comunicación y contacto con Latinoamérica han crecido. Sin embargo, hoy en día resultan trascendentales por múltiples razones.

Estas visitas de von der Leyen registradas en los días pasados en varios puntos de Latinoamérica han sido determinantes para la UE en muchos sentidos. Por una parte, el encuentro permite apuntalar el comercio que hay entre el conglomerado europeo de naciones con México, Brasil, Argentina y Chile, que son algunas de las principales economías de la región. Esto reforzaría la cercanía en este rubro entre ambas partes del Océano Atlántico y serviría como precedente para futuros compromisos y acuerdos comerciales.

Por otra parte, esta interacción entre la presidenta de la Comisión Europea con los líderes de este cuarteto de países permite introducir e impulsar uno de los proyectos insignia de la administración von der Leyen: el Global Getaway, que tiene por objetivo impulsar las conexiones digitales, energéticas y de transporte para mejorar y fortalecer los sistemas de salud y educación del mundo, entre otras áreas. El resultado sería atender los problemas y retos mundiales, como el cambio climático, así como mejorar la competitividad de los países y las cadenas globales de suministro.

Este proyecto tiene la intención de mejorar la posición de la UE en el globo al ser un agente de cooperación en múltiples áreas, desde la comercial y medioambiental, hasta la tecnológica y de telecomunicaciones. Uno de los resultados esperados por Bruselas es mejorar e impulsar la interacción, presencia e imagen del conglomerado europeo de naciones, compitiendo con otros esfuerzos mundiales de gran peso, como la Ruta de la Seda 2.0, mejor conocida como la iniciativa Belt and Road de China, que conecta los mercados, sociedades y países del Lejano Oriente a Europa, pasando por Asia del Sur, Asia Central y Medio Oriente.

Un siguiente punto relevante es el timing del encuentro entre líderes, puesto que se efectúa unas semanas después de que el ministro de Relaciones Exteriores ruso visitara varios países de América Latina, incluido Brasil en la lista. De esta manera, el viaje de la lideresa de la UE permite enviar un mensaje importante a Moscú al evidenciar la vigente y vigorosa presencia de Bruselas en la región sudamericana, en un momento de crisis mundial y generación de bloques por la guerra de Rusia y Ucrania.

De esta manera, el acercamiento de Bruselas a México, Argentina, Brasil y Chile tiene el propósito de mejorar la relación bilateral entre la UE y Latinoamérica en general, situación que sin duda podría servir para incentivar los canales de comunicación, asistencia y negociación para terminar el conflicto entre Rusia y Ucrania. Es claro que para que termine la guerra se necesita más, mucho más, sobre todo de la voluntad y compromiso de las partes beligerantes, pero, al final de cuentas, es una posibilidad que se crea a partir de la diplomacia y los movimientos de los líderes en el globo.

Finalmente, es ineludible reconocer que el acercamiento divisado entre la UE y América Latina es de interés común. Ambas partes encuentran ganancias en estrechar la relación, por lo que se prevé una mayor interacción y cooperación entre las dos regiones del globo, sobre todo con esta incorporación del proyecto Global Gateway que brindaría muchos beneficios para una zona del mundo que necesita urgentemente atender sus múltiples retos.

Artículo originalmente publicado en www.lalupa.mx

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