8 de julio de 2025 3:26 am
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OPINIÓN

Y tú ¿con qué votas?

…existen casos que logran motivar a los votantes mediante dos principios. Por ejemplo —aunque su campaña y su gobierno han sido enteramente contradictorios, y a mi parecer ha tenido el peor gobierno de la historia moderna—, como candidato López Obrador logró emocionar a las personas...

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Rodrigo Saval Pasquel

Un buen asesor de campañas políticas sabe que las personas votan motivándose por cualquiera de 3 principios básicos que incentivan a la acción humana. Principios que dentro del argot político son conocidos como “cabeza”, “corazón” o “tripa”. Dependiendo del contexto y cultura, cada país —o región— elige a sus gobernantes basándose en el ánimo social y de la forma en la que culturalmente se construye la estructura del actuar humano. Por lo mismo me pregunto ¿es posible modificar este comportamiento?

Para llegar a una conclusión, es importante explicar cada uno de los 3 principios. El primero —es decir, la “cabeza”— es aquel voto que se lleva a cabo mediante la selección lógica o “científica” de una candidatura. Así como mencionaban algunos filósofos cásicos, cualquier democracia aspira a que la mayoría de su ciudadanía elija de esta forma. No obstante, me atrevo a confirmar que a la fecha no existe ningún país que haya logrado que todas y todos sus votantes ejerzan su derecho democrático de esta forma, aunque se podría argumentar que una política que logró obtener victorias con este principio fue Angela Merkel.

El segundo principio básico es el “corazón”. Esta motivación se puede explicar como aquella que logra emocionar a las personas de forma positiva y los inspira a buscar el bien o los enamora de un proyecto o persona. Un ejemplo clarísimo de una candidatura que logró el triunfo mediante esta estrategia es la de Barack Obama. Si recuerdan, su campaña estaba diseñada para invitar a la ciudadanía a participar proactivamente en un cambio de rumbo positivo.

El tercero —y el más peligroso— es la “la tripa”. Las campañas basadas en estas tácticas buscan tocar algunas de las emociones más primitivas y peligrosas del ser humano como lo son el odio, la tristeza, el enojo y el resentimiento. Esto puesto que son las más fáciles de activar, pero pueden tener consecuencias catastróficas para la paz social. Como podrán asumir, la candidatura de Donald Trump dio rienda suelta a emociones en el electorado americano que al día de hoy han traído consecuencias sociales negativas en todo el mundo.

Aunque existen candidaturas que basan su estrategia seleccionando solo una de las diferentes motivaciones, existen casos que logran motivar a los votantes mediante dos principios. Por ejemplo —aunque su campaña y su gobierno han sido enteramente contradictorios, y a mi parecer ha tenido el peor gobierno de la historia moderna—, como candidato López Obrador logró emocionar a las personas al invitarlos a hacer historia, pero también aprovechó el hartazgo y resentimiento del pueblo mexicano logrando una victoria aplastante al incentivar dos de los tres principios.

En el caso de México, hoy en día se puede ver claramente como existen tres estrategias definidas. La de Morena y aliados que busca seguir removiendo la tripa evidenciando las diferencias sociales; la de la alianza que busca usar la tripa a través del miedo a Morena; y la de Movimiento Ciudadano que busca emocionar a las personas y venderse como la opción inteligente a escoger.

Personalmente, yo opino que aquellas personas que buscan realizar cambios positivos únicamente buscarán convencer a la ciudadanía de que sus propuestas estarán apegadas a la lógica y a la razón, pero que también invitan a las personas a enamorarse y apasionarse por un proyecto que beneficia a todas las personas.

A pesar de mis convicciones personales, es doloroso aceptar que la forma más sencilla de ganar elecciones es con la tripa. Pero me parece pertinente advertir que quien utiliza estas herramientas para llegar al poder no tiene buenas intenciones, puesto que los resultados de esta vía por lo general causan más daño que beneficios, y al final solo logran que una persona llegue al poder. Así que respondiendo a mi pregunta inicial, desconozco si es posible modificar estos comportamientos al votar, pero vale la pena intentarlo pues para mi es más importante el “cómo” llegas que “llegar”.

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