A menos de tres meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos de América (EUA), el panorama electoral se ha tornado más interesante con los últimos acontecimientos. Sin duda, son unos comicios de la más alta relevancia en el país, pero también para el mundo. ¿Cuál es el ambiente político actual y cómo podría impactar en las urnas?
Las elecciones presidenciales estadounidenses han sido un tema muy interesante de seguir por diversas razones. La primera fue la nominación de Donald Trump como candidato del Partido Republicano, a pesar de la serie de elecciones primarias y debates en los que otros políticos republicanos participaron fervientemente. Así, la segunda pieza del rompecabezas quedó colocada, luego de conocer que Joe Biden sería el candidato apoyado por el Partido Demócrata para un segundo periodo al frente en la Casa Blanca.
Sin embargo, fue evidente para muchas personas que el actual mandatario no estaba en la mejor posición de salud para competir en las elecciones presidenciales de nueva cuenta, sobre todo contra alguien tan agresivo como Trump. Por ende, fue cada vez más insostenible su candidatura para abanderar la causa demócrata en unas elecciones tan cruciales para la democracia estadounidense y, desde luego, para el globo.
Luego de mucha especulación que incluyó una larga lista de nombres, fue Kamala Harris quien ha obtenido el mayor apoyo demócrata para sustituir a Biden como candidata a la presidencia por el partido. Fue una decisión sensata, puesto que el tiempo restante para las elecciones abría sido un obstáculo significativo para una persona no tan conocida por el público como en cambio lo es la actual vicepresidenta del país.
De la misma manera, la candidatura de Harris es acertada, puesto que representa todo lo contrario a lo que Trump es y predica. Es una mujer, en primera instancia, con ascendencia africana y asiática. Recordemos que el exmandatario ha rechazado la integración de personas migrantes en EUA e incluso ha conducido una narrativa violenta, agresiva y discriminadora contra ellas. Por otro lado, la actual vicepresidenta también maneja una agenda y visión liberales y progresistas, cuyo ánimo es mejorar las condiciones, protecciones y derechos de las personas en todo el país, situación que busca el candidato republicano sólo para ciertos grupos en la nación.
Harris también lidera con su candidatura el empoderamiento femenino en materia política, pero también social en EUA, mientras que Trump es visto como un líder machista y acosador, como se ha demostrado en múltiples ocasiones con las denuncias, testimonios y videos que se han conocido de él y sus acciones con las féminas. Así, aquí encontramos una asimetría en torno a la manera en que ambos observan a la sociedad y manifiestan el deber ser de ella. Quienes busquen libertades y equidad, seguramente apoyarían a la demócrata, pero quienes se manejen de una forma anquilosada en torno al progresismo, respaldarían al republicano.
Ahora, en cuanto al apoyo que han logrado quienes ostentan las candidaturas, en los últimos días se han presentado modificaciones interesantes. En muchas encuestas se apreciaba una ligera, pero constante ventaja de Trump sobre Biden. Con Harris, inicialmente la brecha se amplió, puesto que la lideresa demócrata apenas se integraba a la contienda. Semanas después podemos observar cómo ha acortado distancia con el exmandatario, sobre todo tras el anuncio de su compañero candidato a la vicepresidencia del país, Tim Walz.
Así, lo que parecía una victoria cantada de Trump contra Biden, se ha convertido en una contienda cada vez más interesante ahora que Harris ha tomado el liderazgo demócrata. Se acercan los nuevos candidatos a la meta de cerrar la brecha contra los republicanos, una meta que parecía lejana hace unos meses. Sin duda, serán unas muy interesantes elecciones que pondrán a prueba al electorado estadounidense: ¿buscará progresismo y libertades, o apoyará el proteccionismo y conservadurismo?
Artículo originalmente publicado en www.lalupa.mx