Santiago García Álvarez
Doctor en Gobierno, profesor de Toma de Decisiones y Liderazgo, y actual rector del Campus México de la Universidad Panamericana.
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Los empleadores prevén un crecimiento en la importancia de otras competencias, muchas de ellas vinculadas con la transformación digital y la sostenibilidad. Entre ellas se encuentran la inteligencia artificial y el big data, las redes y la ciberseguridad, así como un mayor dominio de conocimientos tecnológicos.
En 2025, el Foro Económico Mundial (WEF) realizó una encuesta a más de mil empleadores de 22 industrias y 50 economías para identificar las habilidades profesionales más relevantes en el mundo laboral. Los resultados revelan no sólo las competencias más necesarias en la actualidad, sino también aquellas que adquirirán mayor importancia en el futuro cercano.
Actualmente las habilidades más valoradas por los empleadores incluyen el pensamiento analítico, la resiliencia, la flexibilidad y la agilidad. También destacan el liderazgo y la influencia social, el pensamiento creativo, la motivación y la autoconciencia, así como los conocimientos tecnológicos. La empatía y la escucha activa, la curiosidad y el aprendizaje permanente, la gestión del talento y la orientación al servicio y atención al cliente también son altamente demandadas.
Sin embargo, mirando hacia 2030, los empleadores prevén un crecimiento en la importancia de otras competencias, muchas de ellas vinculadas con la transformación digital y la sostenibilidad. Entre ellas se encuentran la inteligencia artificial y elbig data, las redes y la ciberseguridad, así como un mayor dominio de conocimientos tecnológicos. Al mismo tiempo, se espera que el pensamiento creativo, la resiliencia, la flexibilidad y la agilidad sigan siendo fundamentales. La curiosidad y el aprendizaje permanente cobrarán aún más relevancia, al igual que el liderazgo y la influencia social, la gestión del talento y el pensamiento analítico. En este contexto de cambio y adaptación, la administración ambiental también se posiciona como una habilidad clave para el futuro.
Con el apoyo de la inteligencia artificial, analicé la evolución de estas habilidades en los últimos 20 años. En 2005, el énfasis estaba en la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la creatividad. Para 2015, comenzó a incorporarse la inteligencia emocional. En 2018, se produjo un punto de inflexión donde las habilidades tecnológicas ganaron protagonismo. A partir de 2020, el big data y la inteligencia artificial se consolidaron como competencias clave. Ahora, en 2025, se proyecta que la adaptabilidad, la creatividad y el pensamiento analítico serán aún más determinantes.
Detrás de estos cambios encontramos factores que han sido constantes en los últimos años: el avance tecnológico, la transición hacia economías más sostenibles y las transformaciones demográficas. No obstante, en los últimos dos o tres años han cobrado relevancia dos aspectos en particular: la incertidumbre económica y la fragmentación geoeconómica. La polarización en distintas regiones del mundo, los conflictos internacionales recientes y el resurgimiento de nacionalismos han marcado nuevas tendencias, también, en el ámbito laboral.
Resulta significativo que el estudio no haga referencia a aspectos éticos o morales. Si bien no pueden considerarse estrictamente “habilidades”, su ausencia en el ámbito laboral ha generado serias consecuencias sociales y políticas. Asimismo, brillan por su omisión rasgos profundamente humanos, como el respeto a la dignidad de la persona, la integridad, la capacidad de diálogo con quienes piensan diferente o la fortaleza para sostener valores y principios en tiempos de incertidumbre. El dato no es menor, tomando en cuenta que en ocasiones quienes más daño han hecho a la humanidad han sido personas sumamente competentes, pero inmorales.
Aunque la automatización y la tecnología delinean el futuro del trabajo, el factor humano sigue siendo insustituible. Las habilidades blandas, la creatividad, la capacidad de adaptación y el aprendizaje continuo son más necesarias que nunca. Los avances tecnológicos y la creciente complejidad del mundo actual exigen una fuerza laboral flexible, ágil y dispuesta a reinventarse constantemente.