Después de más de una década de espera, Cruz Azul volverá a disputar una final de la Copa de Campeones de la Concacaf. El equipo celeste selló su pase al vencer a Tigres con un marcador global de 2-1 en semifinales, coronando su actuación con un triunfo 1-0 en el partido de vuelta, disputado en un abarrotado estadio Olímpico Universitario de la Ciudad de México. El gol del pase fue obra de Ángel Sepúlveda, quien anotó de penal al minuto 82.
El encuentro fue intenso y cargado de emoción. Tigres resistió durante la mayor parte del partido, pero una mano de Marcelo Flores tras un disparo de Carlos Rodríguez cambió el rumbo. Aunque el árbitro Drew Fischer no marcó la infracción de inmediato, el VAR fue determinante para señalar el penal. A pesar de los reclamos del arquero Nahuel Guzmán y los 10 minutos añadidos por el árbitro, Cruz Azul mantuvo la ventaja y evitó cualquier daño en su arco.
Con esta victoria, Cruz Azul alcanza su sexta final en la historia del torneo y peleará por su séptimo título continental, lo que lo colocaría a la par del Club América como máximo ganador de la Concachampions. Su rival será el sorprendente Vancouver Whitecaps, equipo que eliminó a Monterrey, Pumas e incluso al Inter de Miami de Lionel Messi. La gran final se jugará a partido único el 1 de junio, con sede aún por definir.
El técnico Vicente Sánchez ha sido una pieza clave en el resurgimiento cementero. Desde su llegada en la jornada 3 del Clausura 2025, solo ha perdido un partido —precisamente ante Tigres— y mantiene al equipo invicto en CU con 11 partidos sin derrota. El apoyo de la afición se hizo sentir con una entrada récord de 37,747 personas, consolidando el ambiente de comunión entre el equipo y su gente en esta etapa decisiva.