Jaime Tbeili Benpalti
Bastantes economistas a lo largo de la historia han argumentado que una de las razones por las que existe la pobreza es la sobrepoblación. El padre de todas esas teorías fue un británico de nombre Thomas Malthus.
Las ideas más importantes de Malthus se publicaron en 1798 y las quiero resumir con un ejemplo bastante simplista. Imaginemos un campo en el que trabajan 5 personas y que produce 5 toneladas de trigo. Cada trabajador se podría llevar una tonelada a su casa. Si aumenta la población y llegan a trabajar otras cinco personas, ahora tenemos que alimentar a diez trabajadores con el mismo campo. Tal vez podamos producir más trigo, pero eventualmente vamos a alcanzar el máximo y vamos a tener que alimentar a cada vez más personas.
Las cosas cambian cuando aparece la tecnología. Tal vez con un nuevo sistema de riego podemos duplicar la producción de trigo cada año. Sin embargo, dice Malthus, más comida significa más población y siempre que haya más población va a llegar un punto donde los bienes no van a alcanzar.
Se produce un círculo vicioso: Nueva tecnología lleva a más gente, más gente lleva a peores niveles de vida, peores niveles de vida llevan a perdida de población y búsqueda de nuevas tecnologías.
Afortunadamente para cualquiera que ve la economía en el largo plazo con optimismo, las teorías de Malthus han sido refutadas por varios estudios a lo largo de todo el mundo una y otra vez. Particularmente en países con economías complejas, como Japón, el crecimiento poblacional no se ha traducido en malas condiciones de vida.
A pesar de que en la práctica se ha probado el error, la teoría sigue sonando bien. Hace sentido que más personas requieran de más recursos. Después de todo, en su sentido más básico, la economía es la ciencia de asignar recursos para cubrir necesidades. Más personas son más necesidades.
Resulta que es más fácil desacreditar la teoría de Malthus cuando nos damos cuenta de que él nunca vio los resultados de la Revolución Industrial. En su momento, Malthus estaba pensando solamente en la tierra y en lo que esta podía producir. Nunca imaginó fábricas, maquinaria, capital en movimiento, rendimientos millonarios en inversiones y mucho menos tecnología digital.
El error de Malthus está en asumir que el limite de producción de la tierra es el único que podemos alcanzar. Es mucho más acertado decir que la sobrepoblación causa aumentos agresivos en contaminación ambiental, transmisión de enfermedades, decadencia en infraestructura e incluso desigualdad, pero es muy endeble el argumento de que por la sobrepoblación hay pobreza.
Además, siempre ha habido pobreza. No es como que llegamos a cierto número de personas en el mundo y a partir de ese instante apareció la pobreza. La sobrepoblación no es el problema, el problema es la pésima distribución del ingreso y la baja productividad del trabajo frente al capital. Hablaré de eso en mi siguiente artículo.
Mientras tanto, los dejo con una última reflexión: Algún alumno mío me dijo una vez que él estaba de acuerdo con Thanos. Lo mejor para el mundo sería desaparecer a la mitad de la población. ¿De verdad lo sería? Si desaparece el 50% de la humanidad, ¿sus recursos se repartirían equitativamente entre el resto? El dinero de las familias más ricas probablemente se quedaría en el mismo lugar o en posesión de algún banco. En el mejor de los casos, tal vez lo tome el gobierno.
No caigamos en la trampa de Malthus. La economía tiene dos partes, no solo hay que ver el número de personas, hay que ver como se producen y se mueven los recursos a través de ellas.
