La administración de Estados Unidos anunció el martes (14.05.2024) la implementación de nuevas restricciones a las importaciones chinas por un valor de 18.000 millones de dólares (16.670 millones de euros), lo que probablemente aumentará las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo. Estas medidas afectan principalmente a ciertos sectores, siendo los vehículos eléctricos chinos los más impactados, con un aumento del arancel total del 102,5% respecto al 27,5% actual.
Además de los vehículos eléctricos, estas restricciones también afectan a otras tecnologías como baterías, células solares, acero y aluminio. La Casa Blanca declaró que estas acciones buscan presionar a China para que elimine sus prácticas comerciales desleales en materia de transferencia de tecnología, propiedad intelectual e innovación.
Por otro lado, el aumento del arancel sobre los vehículos eléctricos tiene como objetivo proteger a la industria automotriz estadounidense de una posible avalancha de autos chinos, lo que podría afectar significativamente a este sector sensible políticamente. Sin embargo, la eficacia de estas medidas es cuestionable, ya que los vehículos eléctricos chinos han estado prácticamente excluidos del mercado estadounidense durante años debido a los aranceles existentes, mientras que las empresas chinas de energía solar exportan principalmente a Estados Unidos desde el extranjero, evitando así restricciones similares.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino se opuso de inmediato a estas medidas, calificándolas como subidas unilaterales de aranceles que violan las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Por su parte, en el ámbito europeo, la Unión Europea está considerando la imposición de aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos para compensar las subvenciones estatales y garantizar condiciones de competencia justas.
Además, en el contexto político interno de Estados Unidos, el ex presidente Donald Trump ha expresado su intención de aplicar subidas generalizadas en los aranceles a los productos chinos en caso de regresar al poder, lo que podría complicar aún más las relaciones comerciales entre ambos países.
Con información de DW Noticias | Nota original