Las expectativas del mercado respecto a las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos se vieron desafiadas el pasado mes, con un reporte significativamente más bajo de lo anticipado. Según los datos más recientes del Departamento de Comercio, publicados el 26 de junio, las ventas alcanzaron una tasa anual ajustada estacionalmente de 619,000 unidades. Este resultado no solo estuvo por debajo de los pronósticos de 650,000 unidades sino que también representó una caída del 11.3% respecto a las 698,000 unidades revisadas de abril.
Los analistas, como Nancy Vanden Houten de Oxford Economics, comentaron que la sorpresa negativa en las cifras de mayo, aunque atenuada por revisiones al alza de los meses anteriores, resalta una debilidad continua en el sector inmobiliario. Paralelamente, las ventas de viviendas existentes también reflejaron una disminución, con una tasa anual desestacionalizada de 4.11 millones, lo que indica una tendencia más amplia de enfriamiento en el mercado inmobiliario. Este fenómeno está fuertemente influenciado por las políticas de la Reserva Federal, que ha incrementado las tasas de interés a corto plazo a su nivel más alto en más de dos décadas en un esfuerzo por controlar la inflación persistente.
El aumento en las tasas hipotecarias, consecuencia directa de estas políticas, ha colocado un freno considerable en la capacidad de compra de los consumidores, afectando negativamente tanto a las ventas de viviendas nuevas como a las existentes. Los expertos continúan monitoreando los efectos de estas políticas en el mercado inmobiliario a medida que avanza el año.
