Han pasado 36 años desde que Tim Burton nos presentó a Betelgeuse, el irreverente y caótico personaje interpretado por Michael Keaton en Beetlejuice. Ahora, el icónico director regresa con Beetlejuice Beetlejuice, una secuela que no solo rinde homenaje a la película original, sino que la supera en casi todos los aspectos. Inaugurando el Festival de Cine de Venecia, la nueva entrega demuestra ser una comedia de alto presupuesto que mantiene su frescura y encanto, algo raro en las secuelas de Hollywood.
Lo que distingue a Beetlejuice Beetlejuice es su enfoque en los efectos prácticos, como marionetas y prótesis, en lugar de depender del CGI. Esta elección, junto con un guion lleno de diálogos ingeniosos de Alfred Gough y Miles Millar, realza el humor negro característico de Burton, llevando la macabra excentricidad de la película a nuevos niveles. Keaton, envuelto en su maquillaje de cadáver, regresa como Betelgeuse, luciendo tan perturbadoramente similar a su versión de 1988, lo que añade un toque de nostalgia para los fanáticos de la original.
La historia continúa explorando las desventuras de Betelgeuse en el inframundo, donde ahora trabaja en una oficina burocrática poblada de almas mutiladas. Sin embargo, su obsesión con Lydia Deetz (Winona Ryder) persiste, mientras que Lydia, ahora convertida en una mediadora psíquica con su propio programa de TV, enfrenta nuevos desafíos con su hija adolescente Astrid (Jenna Ortega). Aunque la trama se enreda con la introducción de varios personajes secundarios, como la exesposa vengativa de Betelgeuse (Monica Bellucci) y un detective de ultratumba (Willem Dafoe), la película logra mantener su espíritu cómico y su mensaje sobre la vejez, la paternidad y el duelo.
A pesar de sus complejidades argumentales, Beetlejuice Beetlejuice es una de las películas más divertidas de Tim Burton en años. La combinación de números musicales, animaciones y parodias de cine italiano revela que Burton se divirtió enormemente durante el rodaje, lo que se traduce en una experiencia cinematográfica que, sin duda, dejará una marca duradera en la filmografía del director.
