Worldcoin, rebautizado como World, es uno de los proyectos más ambiciosos en el ámbito de la identidad digital. Su sistema, World ID, utiliza datos biométricos para crear una red global de identidad respaldada por criptomonedas. Sin embargo, este avance ha levantado serias inquietudes sobre la seguridad y privacidad de los usuarios. Adrian Ludwig, director de Seguridad, y Damien Kieran, responsable de Privacidad en Tools for Humanity, la empresa detrás de World, explicaron algunos de estos desafíos en una entrevista reciente.
Adrian Ludwig subrayó que World no solo es un producto, sino un protocolo diseñado para que múltiples partes lo utilicen, cada una con sus propios riesgos y necesidades de seguridad. Este enfoque abierto y descentralizado añade complejidad, pues deben anticipar y mitigar diversas amenazas, incluidas las que podría traer la computación cuántica. Ludwig señaló que ya están tomando medidas para que su infraestructura pueda resistir estos ataques cuánticos, utilizando herramientas avanzadas como el Cómputo Multipartito Anonimizado (AMPC).
Por otro lado, Damien Kieran, encargado de privacidad, explicó que una de las principales dificultades del proyecto es la desconfianza que generan los datos biométricos. Aunque se han esforzado por ser transparentes ante reguladores en todo el mundo, incluidos organismos como el INAI en México, reconoce que la complejidad de la tecnología ha hecho que las explicaciones sean complicadas. Kieran enfatizó que el verdadero reto no es la privacidad en sí, sino comunicar adecuadamente cómo funciona World y sus mecanismos de seguridad.
Ambos ejecutivos concluyen que el éxito de World dependerá no solo de su solidez técnica, sino también de la confianza que logren construir con usuarios y autoridades, un desafío clave en un entorno donde la protección de datos es cada vez más crítica.
