Los agregadores de medios de pago enfrentan obstáculos tanto operativos como regulatorios en su desarrollo, como han señalado previamente los participantes del sector. Este segmento desempeña un papel significativo en las Terminales Punto de Venta (TPVs), ya que poseen una participación del 74% en las más de 4 millones de terminales existentes en el país, según datos oficiales.
Durante la presentación del «Estudio sobre el sector de agregadores de pagos en México» en la Cámara de Diputados, Myriam Cosío, presidenta de la Asociación de Agregadores de Medios de Pago (Asamep), destacó la necesidad de mejorar las condiciones de competencia en el sector y de involucrar a los agregadores no bancarios en la formulación de normativas.
Cosío señaló: «En una transacción, además del comercio y el cliente, intervienen el adquirente (proveedor de TPVs), el emisor de la tarjeta y las cámaras de compensación. En México, como en otros países, el problema radica en que los bancos, con su integración vertical de emisión, compensación y adquisición, pueden definir las reglas a su conveniencia».
El estudio, publicado por Asamep, resaltó que en México existen cuatro cámaras de compensación: E-Global, Mastercard, Prosa y Visa. Prosa, que maneja el 60% de las transacciones, es propiedad de Santander, Banorte, Invex, Scotiabank, HSBC, Banjercito y Visa. Por otro lado, E-Global es propiedad de Banamex, BBVA y HSBC, y recientemente Visa adquirió una participación mayoritaria del 51%.
Estas condiciones han sido identificadas por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), que ha señalado barreras en la competencia y ha propuesto que E-Global y Prosa desincorporen al menos el 51% de sus acciones. Sin embargo, el diputado Jorge Ernesto Inzunza Armas (PAN), presidente de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, reconoció que el sector aún enfrenta desafíos regulatorios.
Inzunza afirmó: «Se ha determinado la desigualdad en las condiciones de competencia debido a los métodos tradicionales y los intereses arraigados en las prácticas comerciales en México. Sin embargo, la inclusión de los agregadores nos brinda alternativas de crecimiento que prevalecerán con el tiempo, ya que la población está familiarizada con ellos y con las nuevas opciones de medios de pago».
El estudio mostró que los agregadores han tenido un impacto positivo en sectores como el comercio minorista, donde las pequeñas y medianas empresas reportaron un aumento del 22% en las ventas al incorporar pagos con tarjeta.
En cuanto a la colaboración, la diputada María de los Ángeles Gutiérrez Valdez, presidenta de la Comisión de Economía Social, destacó que en algunas zonas del país donde no llegan los servicios bancarios, las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo son las principales proveedoras.
Gutiérrez sugirió la posibilidad de establecer sinergias entre sectores, ya que la distribución de los agregadores ha tenido una mayor penetración en municipios con rezago social, con un 79% de presencia en municipios con un alto grado de rezago social.
«Estas plataformas contribuyen en gran medida a una economía formal, ya que alientan a aquellos que carecen de estos servicios a adoptar medios de pago electrónicos, lo que ayuda a reducir las disparidades de acceso», comentó Gutiérrez.
Con información de El Economista | Nota original
