La compra en Amazon, la publicación de una foto en Instagram, una búsqueda en Google o el uso de la Inteligencia Artificial (IA) de Microsoft mediante un dispositivo, todos estos actos contribuyen a la contaminación. Aunque la tecnología es uno de los sectores más avanzados, también figura entre los más contaminantes del mundo.
A pesar de las inversiones de miles de millones de dólares en departamentos de sostenibilidad y en iniciativas contra el cambio climático por parte de empresas como Amazon, Google, Microsoft y otras, un estudio de la ONG Global Action Plan, titulado «El sucio secreto de la tecnología», revela que este sector genera incluso más emisiones que la aviación, representando aproximadamente entre el 2% y el 3.9% del total de emisiones a nivel global.
Uno de los principales factores de esta huella ambiental es el fomento del hiperconsumismo. El modelo de negocio de muchas de estas empresas se basa en la venta de publicidad, lo que impulsa a los usuarios a adquirir cada vez más productos, muchas veces innecesarios, contribuyendo así a grandes huellas de carbono.
Además, la publicidad en línea requiere una gran cantidad de energía. Según el mismo estudio, el 1% del consumo total de energía en el planeta se destina a la presentación de anuncios en línea. Los centros de datos también consumen cantidades enormes de energía y electricidad para mantener sus operaciones. Según el Departamento de Energía de Estados Unidos, estos centros consumen hasta 50 veces más energía por espacio de piso que un edificio de oficinas comerciales típico. A nivel global, los centros de datos representan del 1 al 1.5% del uso total de electricidad.
La generación de residuos electrónicos también contribuye significativamente a esta problemática. En 2019, el mundo generó 53.6 millones de toneladas de residuos electrónicos, y se proyecta que esta cifra aumentará a 74.7 millones de toneladas para 2030.
En cuanto a las acciones que toman estas empresas para abordar el cambio climático:
Amazon se compromete a lograr emisiones netas de carbono cero para el año 2040, destinando fondos para el desarrollo de tecnologías sostenibles y priorizando el uso de energías renovables.
Meta tiene como objetivo alcanzar cero emisiones para 2030 y se enfoca en áreas como energía, agua y cadena de suministro responsable.
Alphabet, la empresa matriz de Google, busca emisiones netas cero para 2030, implementando energía solar y eólica en sus operaciones.
Apple se compromete a ser 100% libre de emisiones de carbono para 2030, y ha introducido productos más respetuosos con el medio ambiente.
Microsoft también apunta a lograr cero emisiones para 2030 y ha implementado iniciativas como su programa interno de tarifas de carbono.
Sin embargo, estas empresas enfrentan desafíos, como la falta de transparencia en la medición de sus emisiones y la necesidad de abordar la huella ambiental de sus proveedores.
Con información de Expansión | Nota original
