La fase semifinal del torneo Clausura 2024 de la Liga MX Femenil está lista para desplegar toda su emoción con cuatro equipos que buscan un lugar en la final. Las Rayadas de Monterrey aseguraron el último boleto a las semifinales tras superar a Pumas con un marcador global de 3-0, sumándose a Tigres, América y Pachuca, quienes también han clasificado.
Monterrey ha demostrado su fuerza en la competencia, y su victoria reciente contra Pumas subraya su determinación para buscar otro título que añadir a su vitrina, que actualmente alberga dos campeonatos de la Liga MX Femenil. Con un historial de tres subcampeonatos, el equipo está más que listo para romper la sequía de títulos desde el Apertura 2021 y desafiar la dominancia de Tigres, que ha ganado seis títulos desde 2017.
Por su parte, las Tuzas de Pachuca están en búsqueda de su primer campeonato. A pesar de haber llegado a la final en tres ocasiones, el título ha sido esquivo para ellas. Con figuras como Charlyn Corral liderando el ataque, Pachuca espera superar a las Rayadas en su enfrentamiento de semifinales, empezando en el estadio BBVA y concluyendo en el estadio Hidalgo.
El otro enfrentamiento de semifinales trae un duelo de titanes entre Tigres y América, reeditando la final del Apertura 2023 en la que las Amazonas de Tigres se llevaron el título. Este enfrentamiento promete ser un clásico, con la ida en el estadio Azteca y la vuelta en el estadio Universitario, apodado ‘El Volcán’. Tigres, liderando la fase regular con 44 puntos, parte como favorito, pero América buscará revancha para avanzar a la final y sumar un tercer título a su historia.
Los horarios y días específicos de las semifinales se anunciarán próximamente, con expectativas de que los partidos se jueguen entre el jueves 16 y el lunes 20 de mayo. Este segmento del torneo no solo promete fútbol de alto nivel, sino también emociones intensas mientras estos cuatro equipos luchan por un lugar en la final y la oportunidad de coronarse campeones del Clausura 2024 de la Liga MX Femenil.
Con información de El Economista | Nota original
