El BIS ha emitido una advertencia sobre cómo la creciente deuda pública, junto con las elecciones cruciales de este año, podrían desestabilizar los mercados financieros internacionales. Mientras que la organización pronostica un «aterrizaje suave» para la economía global, existen preocupaciones serias sobre la volatilidad potencial ante el aumento de las tasas de interés.
Agustín Carstens, director general del BIS, destacó que los actuales niveles de deuda pública mundial, que ya son históricamente altos, junto con las elecciones en países clave como Estados Unidos, México, Sudáfrica, Francia y el Reino Unido, podrían introducir elementos de riesgo significativos. Subrayó la necesidad de preparación ante la imposibilidad de regresar a las tasas de interés extremadamente bajas que prevalecieron antes de la pandemia del Covid-19.
Durante la publicación de su informe anual, Carstens advirtió que diversos factores, incluyendo el envejecimiento poblacional, el cambio climático, y las políticas económicas proteccionistas, podrían sorprender a los mercados financieros sin previo aviso. Citó el ejemplo de las turbulencias financieras en el Reino Unido tras anunciar planes presupuestarios que comprometieron la estabilidad de algunos fondos de pensiones.
Finalmente, el BIS se mostró optimista respecto a los esfuerzos de los bancos centrales para controlar la inflación, que ha alcanzado máximos en décadas tras la pandemia y el comienzo de la guerra en Ucrania. Carstens describió un escenario extremo en el que la inflación podría escalar nuevamente, pero clarificó que no es el resultado esperado por el BIS.
