La inflación en México mostró una desaceleración en la primera quincena de agosto, alcanzando una tasa anual de 5.16%, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta cifra no solo es inferior a la reportada en la segunda mitad de julio, sino que también está por debajo de las expectativas de los especialistas, quienes habían proyectado un rango entre 5.20% y 5.51%.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una caída de 0.03% respecto al periodo inmediato anterior, marcando el descenso más significativo desde 2019 para este periodo. Esta disminución fue influenciada en gran parte por la baja en los precios de ciertos bienes y servicios, como el chayote, que cayó un 45.7%, y el transporte aéreo, con una reducción del 14.5%.
El índice de precios subyacente, que excluye los bienes y servicios más volátiles, mostró un incremento de 0.10% quincenal y 3.98% anual, siendo menor al 4.08% registrado en la quincena previa. En contraste, el índice de precios no subyacente retrocedió 0.46%, con un alza anual del 8.8%, lo que refleja una desaceleración comparada con el 10.09% del periodo anterior.
Además, el Inegi destacó que a partir de esta quincena, el INPC se calcula utilizando una canasta actualizada basada en los nuevos patrones de consumo de los hogares mexicanos, según lo determinado por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022.
