El gigante sudamericano Brasil, uno de los países con más usuarios de internet en el mundo, ha tomado una decisión sin precedentes: prohibir la red social X, antes conocida como Twitter. La medida, que entró en vigor este fin de semana, es el punto culminante de una batalla legal entre Elon Musk, propietario de la plataforma, y el juez Alexandre de Moraes, del Tribunal Supremo de Brasil. Este último ya había ordenado previamente a X bloquear cuentas vinculadas a la extrema derecha.
La prohibición no surgió de la nada. Desde 2020, el Tribunal Supremo brasileño ha investigado varias actividades delictivas relacionadas con las redes sociales, incluyendo la difusión de noticias falsas y la manipulación del discurso público. En abril de este año, De Moraes exigió que X cerrara cuentas que propagaban desinformación sobre la derrota electoral de Jair Bolsonaro en 2022, pero Musk se negó a cumplir con esta orden, lo que desencadenó la prohibición.
Además de bloquear X, el juez De Moraes también ordenó el congelamiento de las cuentas financieras del servicio de internet por satélite de Musk, Starlink. La prohibición se mantendrá hasta que Musk cumpla con todas las órdenes judiciales, incluyendo el nombramiento de un representante legal en Brasil y el pago de multas que ascienden a 3,29 millones de dólares.
Desde la prohibición, muchos usuarios de X en Brasil han migrado a otras plataformas, como Bluesky, que ha visto un aumento significativo en su actividad. Sin embargo, la medida ha generado una gran polémica, especialmente entre los seguidores de Bolsonaro, quienes se oponen vehementemente a la decisión del Tribunal Supremo. Ahora, otros jueces del tribunal están evaluando la posibilidad de mantener la prohibición, aunque podrían anular las sanciones económicas impuestas a quienes intenten acceder a la red social bloqueada.
