El precio del oro al contado subió un 1.0% este viernes, situándose en 2,613.09 dólares por onza, y llegó a tocar un récord de 2,614.49 dólares. Este incremento se debe, en gran parte, a la depreciación del dólar y a las expectativas de futuros recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Mientras tanto, los futuros del oro en EE. UU. también experimentaron una subida del 0.9%, alcanzando los 2,638.30 dólares.
Este año, el oro ha registrado un aumento del 27%, consolidándose como uno de los activos más fuertes desde 2010. Los analistas esperan que, a medida que la Reserva Federal avance en su ciclo de flexibilización monetaria, la moneda estadounidense se debilite aún más, lo que podría seguir impulsando el precio del metal. Nitesh Shah, estratega de WisdomTree, estima que el oro podría llegar a los 3,000 dólares por onza en los próximos meses, dada la incertidumbre geopolítica y el contexto económico global.
Sin embargo, en términos técnicos, el Índice de Fuerza Relativa del oro ha entrado en niveles de sobrecompra, alcanzando 70.4 puntos, lo que podría indicar una posible corrección a corto plazo. Pese a esto, expertos como Ross Norman consideran que, aunque el oro esté sobrevalorado, su tendencia alcista continúa siendo sólida. En contraste, la demanda física en Asia, particularmente en China, sigue siendo débil, con descuentos en comparación al precio de Londres.
