La medición de la pobreza en México adopta un enfoque multidimensional, abarcando no solo los ingresos familiares, sino también el acceso a derechos sociales, servicios esenciales e infraestructura residencial.
Según las estimaciones de pobreza 2022 del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), aproximadamente el 30% de la población se encuentra en situación de vulnerabilidad debido a diversas carencias sociales.
Dentro de los hogares, se identifican carencias significativas que afectan el acceso a derechos fundamentales. Por ejemplo, cerca del 80% de los hogares carecen de cisternas, y alrededor de la mitad no disponen de calentador de agua.
Adicionalmente, se observa que el 34% de las viviendas no cuentan con fregadero, y el 24% carece de regadera en los baños.
En contraste, las cifras indican que la carencia menos común es la falta de medidores de luz, afectando solo al 6% de los hogares.
Con información de El Economista | Nota original