La incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) en el Sistema de Administración Tributaria (SAT) con el objetivo de mejorar la recaudación podría incrementar la rentabilidad de la autoridad fiscal, aunque simultáneamente podría dar lugar a la reducción de empleos.
Según Rolando Silva, miembro del Colegio de Contadores Públicos de México, la implementación de la IA busca optimizar la rentabilidad al disminuir los costos asociados con la recuperación de deudas fiscales. Anteriormente, el proceso de cobro implicaba gastos considerables, pero con la tecnología, estos costos se reducen, haciéndolo más rentable.
No obstante, Silva reconoce que la modernización conlleva una disminución de la mano de obra, y en años anteriores, se ha observado una reducción en el personal del SAT debido a procesos de automatización.
En su Plan Maestro 2024, el SAT revela su intención de utilizar IA mediante la implementación de modelos de analítica y aprendizaje automático para procesar de manera más eficiente su extensa base de datos. Esto permitirá identificar patrones sospechosos relacionados con evasión y elusión fiscal.
Luis Pérez de Acha, experto en derecho fiscal, destaca que el SAT, siendo el «Big Brother fiscal», verá aumentada su efectividad con la implementación adecuada de la Inteligencia Artificial.
Según Rolando Silva, la IA no determinará directamente si un contribuyente comete un delito fiscal; en cambio, realizará un análisis de datos. A partir de este análisis, un auditor investigará y determinará si una persona o empresa incumple con sus obligaciones fiscales.
Juvenal Lobato, académico en derecho fiscal, señala que la utilización de la IA facilitará la ejecución de auditorías y la optimización de los recursos disponibles.
El SAT ha anunciado que se centrará en sectores como automotriz, bebidas alcohólicas y cigarros, construcción, farmacéutico, hidrocarburos, logística, plataformas tecnológicas, servicios inmobiliarios, seguros y servicios financieros, y transporte al aplicar la IA.
La autoridad fiscal también especifica que la IA se utilizará para revisar actividades vulnerables, aplicaciones improcedentes de saldos a favor de IVA, impuestos de comercio exterior, impuestos internos, mercado de combustibles, operaciones simuladas, simulación de pensiones y tercerización de pago de nóminas.
Aunque se destaca que el SAT ha empleado tecnología durante varios años, la inclusión abierta y explícita de la IA en su Plan Maestro es una novedad. Este plan detalla los sectores, conductas y actividades que serán revisados minuciosamente para fomentar el cumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de los contribuyentes.
Con información de El Economista | Nota original
