Ante un escenario económico desafiante, con un crecimiento del gasto público que supera al de los ingresos y un pronóstico de mayor endeudamiento, se insta a un reexamen urgente de los beneficios fiscales en México. Según Alejandra Macías, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, durante un evento organizado por Oxfam y otros, se destacó que los beneficios fiscales podrían representar este año un 4.18% del PIB, equivalente a 1.4 billones de pesos.
Diego Castañeda, economista e historiador, resalta la importancia de revisar estas renuncias fiscales como una estrategia clara para mejorar los ingresos del país. Además, subraya la inevitabilidad de una reforma fiscal, cuestionando no sólo si se hará, sino cómo y cuándo se implementará, sugiriendo que se diseñe antes de enfrentar crisis mayores como las pensiones.
Por otro lado, la Alianza por la Justicia Fiscal propone reducciones específicas en las exenciones y deducciones del Impuesto Sobre la Renta para personas físicas y la eliminación completa de exenciones en grandes herencias, lo que podría representar un incremento en los ingresos fiscales. Para 2025, se estima que las renuncias fiscales ascenderán a 1.48 billones de pesos, o un 4.11% del PIB.
Gabriel Zucman, director del Observatorio Fiscal de la Unión Europea, propone una medida audaz: un impuesto del 2% a las fortunas multimillonarias, que podría generar entre 200,000 y 250,000 millones de dólares anuales a nivel global. A pesar de los desafíos que implica medir la riqueza y garantizar la equidad fiscal, esta propuesta apunta a una redistribución más efectiva del ingreso y a una mayor justicia fiscal.
