9 de septiembre de 2024 5:54 am
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Controversia en París 2024 por escena de inauguración

Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 defienden una escena de la ceremonia inaugural criticada por la ultraderecha europea como una ofensa a los cristianos.

Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 se vieron obligados a defender una escena controvertida durante la ceremonia inaugural, después de que sectores de la ultraderecha francesa y de otros países europeos la consideraran ofensiva para los cristianos. La escena, llamada ‘Festividad’, se presentó el pasado viernes y mostraba a varias drag queens sentadas a la mesa, evocando la última cena de Jesús con sus apóstoles.

El momento más polémico surgió cuando el cantante francés Philippe Katerine apareció casi desnudo, con el cuerpo pintado de azul y adornado con guirnaldas de hojas y frutas, asemejándose al dios griego Dioniso. Thomas Jolly, director artístico de la ceremonia, defendió la escena afirmando que su intención no era burlarse ni denigrar, sino reafirmar los valores de la República francesa. Jolly explicó que Dioniso, como dios de la fiesta y padre de Secuana, la diosa del río Sena, fue la verdadera inspiración para la escena.

Las críticas no tardaron en llegar desde diversos sectores políticos y religiosos. La conferencia episcopal francesa calificó la escena de una «mofa» al cristianismo, mientras que diputados de extrema derecha la etiquetaron como un espectáculo «woke». Líderes políticos como Matteo Salvini en Italia, y los gobiernos de Hungría y Rusia, también manifestaron su desaprobación, señalando una supuesta debilidad y desintegración de los valores occidentales.

La institución religiosa egipcia Al Azhar, principal referencia del mundo islámico suní, condenó las escenas por considerarlas una falta de respeto hacia Cristo y una promoción de la homosexualidad y la transexualidad. Asimismo, Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, describió la representación de ‘La Última Cena’ como inaceptable e irrespetuosa, cuestionando el respeto hacia las creencias religiosas.

Pese a la polémica, Philippe Katerine restó importancia a las críticas, señalando que, sin polémica, el espectáculo no sería divertido. La controversia sigue generando debate en torno a los límites de la expresión artística y el respeto a las creencias religiosas en eventos internacionales como los Juegos Olímpicos.

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