En 2023, la inflación general, medida por el comportamiento del Índice Nacional de Precios al Consumidor, fue 4.66 por ciento.
La inflación incluye los precios de bienes (alimentos procesados, bebidas y tabacos, y bienes no alimentarios: ropa, calzado, muebles, aparatos electrodomésticos, etc.); de servicios (vivienda: propia, renta, servicios domésticos y otros servicios para el hogar; educación: colegiaturas); de productos agropecuarios (frutas, verduras, carne de res, pollo, cerdo, borrego, productos lácteos, huevos, miel, etc.); de energéticos (electricidad, gas, gasolinas y diésel), y tarifas autorizadas por el gobierno (tarifas para trámites vehiculares, derechos por suministro de agua, cuotas de autopistas, expedición de documentos gubernamentales).
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, acaba de publicar, en el marco de la Evolución de las Líneas de Pobreza por Ingresos, los precios de las canastas, básica alimentaria, y básica alimentaria y no alimentaria, para áreas urbanas y rurales.
En 2023 el precio mensual de la canasta básica alimentaria, en áreas rurales, pasó de $1,630.95 a $1,743.61, aumento de $112.66, 6.91%, 2.25 puntos porcentuales más que la inflación general, 48.28%. En áreas urbanas pasó de $2,124.70 a $2,269.57, incremento de $144.87, 6.82%, 2.16 puntos porcentuales más que la inflación general, 46.35%.
En diciembre, el precio de la canasta básica alimentaria en áreas urbanas resultó $525.96 más elevado que en áreas rurales, 30.17%.
En 2023 el precio mensual de la canasta básica alimentaria y no alimentaria, en áreas rurales, pasó de $3,051.80 a $3,226.61, incremento de $174.81, 5.73%, 1.07 puntos porcentuales más que la inflación general, 22.96%. En áreas urbanas pasó de $4,246.06 a $4,461.97, aumento de $215.91, 5.08%, 0.42 puntos porcentuales más que la inflación general, 9.01%.
En diciembre, el precio de la canasta básica alimentaria y no alimentaria en áreas urbanas resultó $215.91 más elevado que en áreas rurales, el 5.08%.
Los precios de las dos canastas básicas definen dos líneas de pobreza: Línea de Pobreza Extrema por Ingresos, igual al precio de la canasta alimentaria; Línea de Pobreza por Ingresos, igual al precio de la canasta alimentaria y no alimentaria.
En pobreza por ingreso se encuentra la población ocupada incapaz de generar el ingreso suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria y no alimentaria. En pobreza extrema por ingreso se encuentra la población ocupada incapaz de generar el ingreso suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria. A esta última también se le llama pobreza laboral.
Según la Medición de la Pobreza, que el Coneval lleva a cabo trimestralmente, durante el tercer trimestre de 2023 (no tenemos todavía la información para el cuarto), en situación de pobreza laboral se encontró el 37.3% de la población ocupada. Un trimestre antes fue el 37.8%. Un año antes el 40.1%. Va bajando, pero sigue elevado.
En 2023 la inflación, tanto de la canasta básica alimentaria, como de la alimentaria y no alimentaria, tanto en zonas rurales como urbanas, resultó mayor que la inflación general, mostrando que la inflación no solo afecta más a quienes menos tienen, sino que es mayor en los bienes y servicios más necesarios.
Artículo originalmente publicado en https://www.razon.com.mx/