Pues ya pasó la tan esperada reunión del canciller Ebrad con autoridades estadounidenses y ¿Qué sucedió?, nada, simple y llanamente fueron a pasear, unos diciendo que eran amigos, otros comiendo cacahuates, la realidad es que los aranceles del 5% que Trump amenazó, serán implementados, peor aún, dejaron claro que si México no demuestra realmente que se está trabajando en contra de la migración, estos irán en aumento.
Dentro de este entorno, y en una situación de pena ajena, llegaron la Secretaria de Economía y el de Agricultura a negociar con sus homólogos y el resultado fue el mismo, no se logró nada, simplemente quedó en evidencia la falta de coordinación y estrategia del gobierno mexicano, por si fuera poco, se da a conocer que dos de las principales calificadoras internacionales (Moodys y Fitch), deciden bajar la calificación de la deuda soberana de nuestro país derivado de la situación financiera de PEMEX y las prometidas obras de la refinería de Dos Bocas.
Llamar a la unidad de la sociedad en sus diferentes esferas no significa simplemente “echar montón”, significa, tener una estrategia clara y realmente valorada por expertos, en este caso la delegación mexicana debió llegar con una ofensiva que posibilitara una negociación real y no solo esperando que por buena voluntad o magia todo se resuelva.
A futuro solo puede visualizarse un escenario problemático derivado de la falta de capacidad en la gobernación y que se percibe en nuestro país y a pesar de que el Canciller diga que continuarán con las negociaciones y que van por buen camino, aún no es clara la estrategia de respuesta que se dará; si desde las altas cumbres de poder de nuestro país no se decide realmente rectificar las acciones que se están tomando no será posible ver resultados que logren equilibrar este complicado momento que estamos viviendo.
La política económica no puede seguir manejándose desde Twitter como lo hacen los mandatarios de ambos países o por caprichos políticos, los efectos ya se pueden ver por ejemplo en el tipo de cambio. Tenemos un escenario complicado enfrente, como diría el viejo refrán, se nos está juntando el hambre con las ganas de comer, en mi opinión solo hay una opción, o se rectifica la dirección del país tanto en cuestión económica, como en la situación con Estados Unidos o de lo contrario vamos a transitar por un camino nada sencillo; cuando se trata con personas racionales, el diálogo es la mejor arma, pero cuando son personas necias e inestables, lamentablemente el único recurso podría ser la ley del Talión, pegándole a Trump con aranceles que afecten sus intereses políticos, pero ojo, aquí el único perjudicado es el ciudadano mexicano o americano que día a día se levanta para construir un porvenir.
