Por Mauricio Rábago Palafox
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Y ahora también los cuatro conciertos de André Rieu en el Auditorio Nacional y supongo que hay muchas personas que tenían boleto para uno y para el otro y se quedaron con un palmo de narices. En el caso del violinista neerlandés André Rieu se informa que es por asuntos de salud, pero en el caso del bajo-barítono galés Bryn Terfel la cosa fue vergonzosa, y no por él, sino por las autoridades del INBA que permiten ese atropello.
Se cancela lo de Bryn Terfel, por «Causas de fuerza mayor» según dice un comunicado del INBA. No son causas de fuerza mayor, eso es un simple eufemismo, se cancela porque hay un conflicto interno no resuelto en el INBA y una de las partes en conflicto: los trabajadores, decidieron que tomar el Palacio de Bellas Artes e impedir la realización de cualquier evento, era la mejor forma de presionar a las autoridades; (la otra parte en conflicto) para obtener lo que reclaman y que seguramente les corresponde legítimamente. Decir que se reprograma o se pospone, como lo dijeron las autoridades del INBA apenas una hora y media antes del concierto, es algo que no creo que se haga, por lo apretado de la agenda de Terfel y porque no creo que le hayan quedado ganas de volver a un país donde no hay seriedad y los acuerdos no se respetan.
Pero cancelar a la mera hora ese concierto, fue una brutalidad, una bestialidad de gravísimas consecuencias, porque finalmente al público ¿qué le importa si a los trabajadores no les han pagado la prima vacacional o si su vestuario de trabajo no es de la talla o de la calidad que ellos esperaban? Eso es un problema gravísimo, sin duda, pero como los trapos sucios se deben lavar en casa, y no perturbar al público, ni al cantante galés, ni perjudicar gravemente la imagen de México en el extranjero, que sin duda se va a afectar y mucho. El evento de Terfel, ya traía consigo una serie de problemas de gestión. Los primeros síntomas de que las cosas no iban bien se observaron cuando días antes se pusieron los boletos al 2 X 1, lo cual, a mi manera de ver las cosas, quería decir que las ventas estaban muy mal, y era de esperarse por lo muy elevado del precio de los boletos que iban de $1500 a $4000, tal vez más caros que en el Met de NY. De no haberse cancelado, el teatro habría estado a poco más de 50%, lo cual creo que para Terfel, habría sido, igualmente, una bofetada.
Ahora las partes en conflicto están obligadas a emitir un comunicado al público en donde expliquen claramente por qué hicieron lo que hicieron: las autoridades tienen que explicar por qué permitieron cerrar Bellas Artes. Y claro, no lo harán.
Dirigir el INBA también consiste en resolver este tipo de conflictos y evitar que estallen, que ocurra lo que ocurrió en días pasados. Claramente la parte negociadora de la Dirección General del INBA, falló y se produjo, repito, un daño de gravísimas consecuencias que llegan incluso a las relaciones internacionales. Así de grave.
Para poder hacer este concierto (que no se hizo) hubo gastos: transporte, hotel, viáticos, salario, comisión para la agencia y representante etc… ¿quién va a asumir esas pérdidas? Porque la taquilla se va a devolver, según lo informó el INBA.
No hace mucho, a finales del año pasado los trabajadores del INBA hicieron lo mismo al impedir que se realizara una de las funciones de “Florencia en el Amazonas” y ahora ¡Otra vez! ¡Y claro!, ya descubrieron el caminito, ya saben que eso les funciona, que es uno de los muchos puntos débiles de la Dirección General del INBA.
¿Quién manda el INBA? Obviamente los trabajadores sindicalizados quienes cuando no puedan ver satisfechas sus demandas, recurrirán a tomar el máximo recinto cultural del país. Dañando así al público, a los artistas, empresarios, produciendo daños económicos que ¿quién va a subsanar? Y dañando también la imagen de México en el extranjero.
Artículo originalmente publicado en https://www.cronica.com.mx/