Por Juan G. Araque Contreras
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Para comenzar, considero pertinente realizar unos breves comentarios sobre el significado y alcance de ambos conceptos, los cuales persiguen un mismo fin, pero con objetivos distintos, tal como lo suele hacer el presidente en los decretos del 22 de febrero de 2021 y del 18 de mayo de 2023.
Seguridad Pública y Seguridad Nacional son conceptos que, en cierto sentido, se encuentran en una dicotomía, ya que son opuestos, pero a la vez complementarios. La Seguridad Pública se refiere al conjunto de actividades reservadas y exigidas a la administración pública, principalmente a través de los cuerpos policiales estatales y municipales, para salvaguardar los derechos y libertades de los ciudadanos, mantener el orden y la paz públicos, e incluye la prevención específica y general de los delitos, según lo establecido en las leyes y reglamentos correspondientes.
Por otro lado, la Seguridad Nacional tiene por objeto garantizar la soberanía nacional frente a amenazas y promover la construcción de una paz duradera en el territorio nacional, estando estrechamente relacionada con el concepto de Nación, que abarca aspectos como la cultura, el idioma, entre otros.
Los documentos presidenciales emitidos al efecto también resaltan la actividad gubernamental, como el control de puertos, lo que plantea la pregunta de si estamos imitando lo que sucede en otros países, como Venezuela, donde la democracia está ausente.
Dada la función de seguridad, cabe mencionar que la creación de la Guardia Nacional en nuestro país ha generado debate sobre su papel en la seguridad pública y nacional. Aunque su función original era abordar la violencia vinculada al crimen organizado, su participación en tareas de seguridad pública ha suscitado preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos y el equilibrio de poderes. En ocasiones, ha actuado tanto como fuerza policial como militar, lo que ha generado controversias sobre su papel y su impacto en la democracia.
El manejo adecuado de la Seguridad Nacional y la Seguridad Pública tiene implicaciones profundas en la vida democrática y en los derechos ciudadanos. La militarización excesiva puede poner en peligro las libertades individuales y debilitar las instituciones civiles, mientras que la negligencia en la lucha contra amenazas internas y externas puede socavar la estabilidad y la gobernabilidad.
¿Qué opina usted?
En conclusión, el tema nos lleva a considerar la aparente oposición entre ambos conceptos y su complementariedad. Nos queda claro que es complicado entender lo mencionado anteriormente, pero es el resultado de consultar el Diccionario de la Real Academia Española. Ahora bien, se trata de un servicio público definido como un conjunto de actividades y subsidios reservados a la administración pública por la legislación.
