Por Juan José Ojeda Portilla
El pasado seis de diciembre, el tapatío Sergio “Checo” Pérez logró un triunfo histórico para el automovilismo mexicano, luego de un percance en la primera vuelta con Charles Leclerc, el nacido en Guadalajara, Jalisco tuvo que partir desde la posición 18 para, después de una excelente carrera a bordo de su Racing Point, alcanzara su primer triunfo en la máxima categoría del automovilismo profesional. Tuvieron que pasar 50 años y 29 días para volver a ver a un mexicano en lo mas alto del podio en una carrera del Campeonato Mundial de Fórmula 1 de la FIA (Federation Internationale de l’ Automobile).
El triunfo de Checo debe de significar mucho para el deportista mexicano y para los seguidores del automovilismo, que a pesar de ser un deporte en el que los pilotos mexicanos no se han distinguido por pelear por el campeonato, hoy podemos decir que Checo puso a México en lo más alto de la Fórmula 1 y esto debe ser un ejemplo para el deporte entero en nuestro país. Más allá de la hazaña lograda por Sergio Pérez, en este último año existen varios ejemplos que debemos voltear a ver para tomar nota y confiar en que el deportista mexicano, a través de la perseverancia, puede ser un referente en su disciplina a nivel mundial.
Un ejemplo muy importante en este 2020 es el de los peloteros Julio Urías y Víctor González, campeones de la serie mundial con los Dodgers de Los Ángeles, ambos se unieron a la exclusiva lista de mexicanos campeones de la MLB (Major League Baseball); después de que Julio Urías lograra los tres últimos outs para darle el campeonato a su equipo, el lanzador mencionó a los medios de comunicación: “…estoy muy contento, son los tres outs de mi vida (…) orgulloso de mi tierra, orgulloso de toda esta gente y ¡qué viva México!”. Estos dos lanzadores son un orgullo para todo mexicano no sólo por su desempeño a nivel deportivo sino por las adversidades que han superado durante su carrera; por un lado, un tumor superado por Julio Urías y, por otro lado, la operación de ligamentos a la que se sometió Víctor González, la cual hizo que pensara en el retiro. A pesar de estas adversidades personales y de todas aquellas que habrán enfrentado y que, de hecho enfrentan en general los deportistas mexicanos a nivel profesional, lograron coronarse en la liga más importante de baseball del mundo.
Por último, y no menos importante, debemos recalcar otros dos logros trascendentales de deportistas mexicanos; primero, el de Renata Zarazúa quien se convirtió en la primera mexicana en obtener un triunfo dentro de un Grand Slam (Roland Garros) en los últimos veinte años, hecho que la hizo acreedora al Premio Nacional del Deporte 2020, y, en segundo lugar, la victoria del golfista Carlos Ortiz, primer golfista mexicano campeón de un torneo PGA tour, luego de obtener el título del Houston Open.
Después de un año con muchas complicaciones debido a la suspensión de todos los deportes por la pandemia del Covid-19, los resultados para los deportistas mexicanos fueron positivos y es importante recalcar que, ante adversidades de carácter personal, pero sobre todo, ante las adversidades que presenta el sistema mexicano del deporte y su falta de cobertura y apoyo, sobresale la actitud del deportista mexicano, una actitud resiliente, de coraje y garra que desemboca siempre en un sobresaliente. Los deportistas que se mencionan en las líneas anteriores son un claro ejemplo para todos los jóvenes que se perfilan hacia el deporte profesional, un ejemplo para nunca vencerse, un ejemplo de lucha constante para conseguir ganar espacios en las principales competiciones deportivas internacionales.